Ocho amenazas para Carlsen
El Torneo de Candidatos enfrenta en Berlín a los aspirantes a destronar al noruego en noviembre
Los enormes apuros que sufrió Magnus Carlsen en 2016 para mantener su título ante el ruso Serguéi Kariakin en el duelo de Nueva York demostraron que el noruego es vulnerable. El próximo noviembre en Londres habrá otra oportunidad de destronarlo. Kariakin y otros siete gladiadores del boxeo mental son los aspirantes que disputan en Berlín el Torneo de Candidatos más duro de la historia en una liga a doble vuelta. Todos son muy fuertes, pero sólo hay lugar para uno.
La rueda de prensa inicial no ha aportado nada especial hoy en Berlín en cuanto a manifestaciones de jugadores, que siempre se muestran muy precavidos en vísperas de citas tan importantes par no dar pistas a sus rivales sobre su preparación o estado de ánimo. Pero el mero hecho de que World Chess (antes, Agon), la empresa concesionaria del ciclo del Mundial, haya logrado que los ocho participantes deban dedicar tiempo a los periodistas ya es un gran éxito en ajedrez.
Si hubiera que descartar sólo a uno como el menos fuerte, sería el chino Liren Ding, aunque tiene capacidad para ganar el torneo. China ha logrado un progreso enorme en los últimos 30 años, cuando se diluyeron los efectos de la prohibición del ajedrez durante la Revolución Cultural, con el gran líder Mao Zedong agonizante. Primero conquistó el ajedrez femenino y después potenció el masculino, hasta la medalla de oro en la Olimpiada de Ajedrez de 2014. Seis chinos están hoy entre los 35 primeros del mundo, pero aún no se ve un candidato claro a campeón. Parecía que iba a ser Yi Wei, de 18 años, pero se ha estancado últimamente. Ding, de 25, 11º del mundo, es de momento su principal estandarte.
Y si se corta el grupo por la mitad, los otros tres descartados serían el ruso Alexánder Grischuk, por su irregularidad y tendencia a sufrir tremendos apuros de tiempo; el estadounidense Wesley So, porque su explosión de hace dos años se ha apagado después; y el azerbaiyano Shajriyar Mamediárov, a pesar de ser el 2º del mundo en este momento, porque sus apabullantes resultados frente a rivales más flojos no suelen repetirse ante las grandes estrellas.
Grischuk admitió abiertamente durante años que era profesional del ajedrez pero ganaba mucho más dinero con el póquer. Luego tuvo que moderar mucho lo que decía, para adaptarse a las estrictas leyes rusas contra los juegos de azar. De modo que no es fácil saber cuál es realmente su verdadero grado de dedicación actual a su profesión a los 34 años, 12º del mundo. Eso sí, puede ganar a cualquiera en cualquier ronda.
Tras sufrir problemas personales muy tristes y dolorosos durante su transición de Filipinas a EEUU, donde ha sido adoptado por una familia de origen filipino, So impresionó mucho con triunfos resonantes, como el de Bilbao en 2015 o Wijk aan Zee (Holanda) en enero de 2017, pero desde entonces proyecta más sombras que luces, como si su principal punto débil, falta de confianza en sí mismo, pudiera más que su inmenso talento. Pero sólo tiene 24 años y es el 4º del mundo, a pesar de todo. Puede reaccionar de pronto y volver a asombrar.
El ajedrez es uno de los deportes más importantes en Azerbaiyán, lo que sin duda motiva mucho a Mamediárov. Si alguien es el 2º del mundo a los 32 tras varios años en la élite, resulta obvio que se debe contar con él para todo. Además, suele producir muchas partidas espectaculares. Pero hasta ahora le ha faltado ese plus de estabilidad frente a los grandes, y no parece probable que el Candidatos sea el torneo apropiado para lograrlo.
De los otros cuatro, el menos consistente es el estadounidense Fabiano Caruana, 8º del mundo a los 25 años, cuya trayectoria recuerda a la de su compatriota So: su asombroso triunfo en la Copa Sinquefield de San Luis (EEUU) con 8,5 puntos de diez posibles, con tres de ventaja sobre el 2º, lo catapultaron como una amenaza muy seria para Carlsen, pero desde entonces no ha hecho nada parecido.
Kariakin, cuyo estilo ultra-conservador exaspera a muchos aficionados, se ha convertido en un ídolo de masas en Rusia, donde el presidente Vladímir Putin ha dicho varias veces en público que recuperar el trono del ajedrez es una prioridad para el deporte ruso. Kariakin es muy consciente de ello -tiene poco menos que un cheque en blanco para cubrir los gastos de entrenamiento, según ha admitido hoy mismo ante los periodistas-, y todo indica que se ha preparado a conciencia, a juzgar por la relativa facilidad con que ganó el lunes el Memorial Mijaíl Tal de partidas relámpago en Moscú. Es un veterano de 28 años -logró el título de gran maestro a los 12-, y su puesto 13º en el escalafón es engañoso en cuanto a su verdadera fuerza.
Si es fiel a su estilo de no arriesgar nada, el actual subcampeón sólo podrá volver a ser el retador si la tónica es la misma que cuando ganó el Candidatos de Moscú en 2016: juego general muy conservador y muchas tablas en cada ronda. Pero esta vez son mayoría los participantes que tienden al riesgo -de hecho, todos menos Kariakin y So-, lo que podría descartar a Kariakin.
Quien más ha cambiado su estilo en los últimos años es precisamente el otro ruso, Vladímir Krámnik, campeón del mundo en 2000 tras destronar a Gari Kaspárov; de firmar muchos empates rápidos o largas partidas soporíferas sin riesgo alguno, ha regresado a su estilo juvenil, y sus partidas de los últimos torneos son una delicia para el aficionado medio. De su preparación enciclopédica y su enorme profundidad de su comprensión estratégica a los 42 años (3º del mundo) no caben dudas. Pero ha tenido algunos problemas de salud a lo largo de su carrera, y la resistencia física no ha sido nunca su fuerte, lo que puede ser fatal en un torneo de catorce rondas bajo una enorme presión.
En los últimos días se ha filtrado que el holandés Anish Giri, 9º del mundo a los 23 años y gran ausente en el Candidatos junto al francés Maxime Vachier-Lagrave, es el nuevo analista de Krámnik. Curiosamente, Giri ha sido hasta hace poco aún más conservador en su estilo que Krámnik en su época más radical, pero hace dos meses, en el torneo de Wijk aan Zee, mostró una tendencia bastante más creativa. La actitud psicológica de la pareja Krámnik-Giri en los momentos de mayor tensión puede ser una de las claves del desenlace. Preguntado exactamente por cuál de los Krámnik veremos en Berlín, el ruso ha contestado hoy: “Lo sensato es que veamos al conservador, pero me conozco, y no me extrañaría que se imponga el artista, como me ocurrió hace dos meses en Wijk aan Zee”.
Más de dos tercios de los expertos que han hecho públicos sus pronósticos en las últimas semanas apuntan a Levón Aronián. En su caso, la enorme popularidad del ajedrez en Armenia -el presidente del país preside también la federación- es su principal obstáculo, porque lo fue ya en anteriores ediciones del Candidatos, cuando no pudo gestionar bien la enorme presión que ello comporta. Pero ahora tiene 35 años, lo que significa más de un cuarto de siglo disputando Europeos y Mundiales de todas las edades, una gran estabilidad emocional -se casó recientemente- y una preparación muy cuidada. Tanto, que ha sido asesorado sobre su alimentación y ejercicio físico por el equipo médico de la Real Sociedad durante su reciente concentración en San Sebastián, donde es propietario de un apartamento.
Aronián, 5º del mundo, tiene un estilo universal, lo que supone una gran ventaja en un torneo como este, porque puede conducir a cada rival a posiciones incómodas en las que el armenio se sentirá cómodo. En su vida hay bastante más que ajedrez -es un gran experto en música, por ejemplo-, lo que incita a pensar que psicológicamente es muy estable, con la excepción mencionada del gran peso del honor nacional sobre sus hombros.
Este jueves, Vachier-Lagrave tuiteó: “En mi opinión, Krámnik es, de todos los jugadores del mundo, quien mejor entiende el ajedrez. Puedes enseñarle cualquier tipo de posición, y sus instintos nunca le dejarán en mal lugar cuando opine”. Carlsen contestó con un emoticono que llora de risa. Esa reacción tiene su lógica: hace dos años, Carlsen admitió que el retador a quien más teme es Aronián.
Emparejamientos de la primera ronda (sábado, 16.00, hora de Berlín): Krámnik-Grischuk; Kariakin-Mamediárov; Aronián-Ding; y Caruana-So.
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