El Camp Nou la toma con André Gomes
El público azulgrana abucheó al portugués, señalado por su flojo rendimiento, como ya hiciera en el pasado con otras figuras
Recibió el balón en el vértice del área grande y dudó entre centrar y chutar para finalmente no hacer ni lo uno ni lo otro, tan solo un pase mordido y sin peligro que acabó dócilmente en las manos de Oblak. Entonces el Camp Nou, que ya le había cogido ojeriza casi desde el primer día, desde que costó 35 millones más otros 20 en variables y 15 de propina si ganaba el Balón de Oro, la tomó con André Gomes y le dedicó una sonora pita que se repitió en varias ocasiones durante el encuentro. “¡Puta madre, hostia, joder!”, vociferó con rabia Ernesto Valverde desde el área técnica y en dirección a la grada, molesto por incomodar a uno de sus jugadores en un partido tan capital para la Liga como el duelo frente al Atlético. “También he oído aplausos”, expuso después en la rueda de prensa, inteligente como es para no pisar un charco reincidente en el Camp Nou. Por lo que agregó: “Al público hay que conquistarlo, ponerlo de su parte. Hay que afrontarlo y luchar para cambiar las cosas”. El medio, de 24 años, tiene la confianza de todos para ello; de todos, menos de la afición.
El Camp Nou, histórica trituradora de egos y mentes frágiles, no siempre tuvo razón o, al menos, pecó en ocasiones de impaciente. Severo como pocos, el estadio fue capaz de pitar en su tiempo a referentes como Luis Suárez, Johan Cruyff y Rivaldo, además de a Ronald Koeman y Andoni Zubizarreta durante sus primeros partidos. Incluso a Neymar, después de que el equipo de Martino se impusiera al Manchester City en los octavos de la Champions de 2014, se le dedicó una chifla velada tras un encuentro aciago en el que le salió un dribling de siete, perdió 10 balones y quedó retratado defensivamente ante las ofensivas de Kolarov. “Se sacrifica más en defensa de lo que la gente cree”, le defendió Xavi. “No comparto los silbidos. A veces se tiene que notar que jugamos en casa y, cuando el público se comporta de esa manera, no parece que estamos en casa”, añadió Alves. Pasado el tiempo, Neymar le ganó la partida a la presión y a su cabeza, hasta el punto de que cuando decidió irse del club pareció un drama definitivo que Valverde ha logrado negar.
Escoger mejor
Además de al brasileño, el Camp Nou también le cogió tirria a otros jugadores como a Giovani Dos Santos —“es difícil entrar en un campo con abucheos”, lamentó—; a Chigrinski —bronca llevada a la máxima expresión cuando cometió un penalti sobre Capel ante un Sevilla que se llevó la eliminatoria de Copa y a lo que Messi replicó: “El público se equivoca”—; a Ibrahimovic cuando dejó de intentar congeniar con Leo, Guardiola y el Barça; y a Cesc y Mathieu. Ahora le toca a André Gomes.
“Desde el primer día que llegó, ha sufrido una situación fea con demasiado ruido a su alrededor y en negativo”, admiten desde el club azulgrana; “pero no puede hacer oídos sordos porque no se puede jugar con algodones. Esto solo se soluciona con trabajo”. Y con el apoyo del vestuario y del técnico. “Tiene toda la confianza de este entrenador [rechazó venderlo en el pasado mercado invernal, cuando se lo propuso el área deportiva y no es raro verle en el once en los partidos grandes] como también la tuvo con Luis Enrique. Además, es un jugador muy completo, con condiciones físicas, con técnica, que le pega con las dos piernas, va bien por arriba… ¡Hasta es guapo! Pero debe escoger mejor en la toma de decisiones”, resuelven desde el club. Algo que no dudan que logrará porque “es responsable, profesional, se lleva bien con el grupo y tiene compromiso”. Y, según cuentan desde la ciudad deportiva, se entrena como ninguno.
Frente al Atlético, el portugués jugó 54 minutos, repartió 18 pases (cuatro fallados), recuperó dos balones y perdió 12, no hizo ningún regate bueno y sí cuatro malos. Abatido por el mal partido, sin embargo, André Gomes demostró querer darle la vuelta a la situación con un mensaje en las redes sociales. “¡Gracias, afición! ¡Vuestro apoyo nos hace invencibles! Paso a paso nos acercamos al objetivo”, escribió en su cuenta de Twitter. Pero el primer paso, el de ganarse a la gente, le toca a él.
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