Raúl Chapado: “Nos equivocamos si pensamos que el dopaje es un asunto del pasado”
El presidente de la federación española habla de los casos de dopaje en vísperas del Mundial en pista cubierta
Nieva en Birmingham, en el centro de Inglaterra, donde de jueves a domingo se celebra el Mundial de atletismo en pista cubierta. La nieve casi hielo deja blanca las aceras y tapa de blanco baches, ruinas y fealdades. El presidente de la federación española, Raúl Chapado, habla de ambos asuntos, de la blancura que promete un equipo de 17 atletas con la cara cree que limpia, y de los casos de dopaje que, al ritmo de las investigaciones policiales, sobresaltan la rutina del día a día.
Pregunta. ¿El Mundial de la renovación?
Respuesta. Más bien, un ciclo nuevo. Aún hay atletas veteranos, como Ángel David Rodríguez, que mantienen un nivel competitivo muy alto, pero se ha ido Ruth Beitia y Orlando Ortega no hace pista cubierta, que eran los dos grandes estandartes.
P. ¿Es una buena señal que habiendo habido renovación se siga acudiendo con 17 atletas, un equipo numeroso?
R. Podríamos haber sido más estrictos, pero hay pocas competiciones internacionales para cerrar puertas. A mí me llama mucho la atención el nivel del 4x400. Traemos a cuatro atletas que fueron quintos en Londres y les acompañan dos atletas muy jóvenes en el sexteto, que podrán salir si Husillo llega a la final individual y no corre el relevo. Eso es un síntoma de salud. Y hay gente muy joven también con un nivel competitivo muy alto, como Ana Peleteiro o Álvaro de Arriba. Y también tenemos a Adel Mechaal, que últimamente demuestra un nivel competitivo internacional tremendamente alto. Es muy descarado en la competición. Hay atletas que conviven con el riesgo de forma confortable. Y eso es muy importante, gente con carácter ganador, carácter de líder.
P. Al tiempo que los jóvenes toman el poder, las noticias de los últimos días hablan de los viejos y de un atletismo antiguo, los caos de dopaje en que están implicados Ilias Fifa o Julio Rey, por ejemplo...
R. Cuando uno lee estas cosas se entristece. Bueno, no, no se entristece, se cabrea. Es bochornoso que este deporte siga viviendo momentos donde unos pocos ensucian el trabajo de muchos, donde unos pocos ponen en tela de juicio la credibilidad de un gran de un gran deporte. El atletismo es un deporte maravilloso. El atletismo más dopaje es trampa. Y la trampa ni es deporte ni es atletismo, es trampa. Y eso tiene que quedar muy claro. Nosotros preservamos todos los procesos garantistas y hasta que no hay sanción no aplicamos, pero sí intentamos proteger lo más posible al equipo nacional. A cualquier atleta con un expediente abierto, aunque no esté sancionado, no lo convocamos al equipo nacional en aras de proteger la imagen del equipo. Es una decisión valiente de la federación.
P. ¿Pero no le cansa la repetición de los casos?
R. El dopaje nos hace mucho daño. Daña al deporte, daña la credibilidad del atletismo ante los aficionados. Nos hace mucho daño ante los patrocinadores, que pueden dudar de su inversión. Y, por supuesto, hace mucho daño a la gran mayoría de los atletas, que compiten de forma limpia y justa. No podemos seguir pasando por esto. No somos ni policías ni tenemos responsabilidad de hacer controles, pero estoy convencido de que el atletismo español, su gran mayoría, compite dentro de los criterios de limpieza y justicia, y así lo percibo.
P. ¿No le preocupa que haya en el atletismo una realidad oculta que no perciba?
R. Si pensamos que el dopaje es un problema del pasado, cometeremos un error y volveremos a tener problemas El dopaje es un virus contra el que tenemos que vacunar a los jóvenes con educación. Les vamos a pedir que hagan unos tests para ir a los campeonatos y así tendrán una especie de carnet.
P. Muchos aficionados, en cuanto ven una gran marca, lo primero que hacen es dudar de la limpieza del que la consigue. ¿Usted ha llegado a ese nivel?
R. El aficionado puede dudar, pero nosotros tenemos que basarnos en hechos. No podemos hacer una caza de brujas. Si pensáramos así, cometeríamos grandes injusticias. Estas son las herramientas que tenemos y la credibilidad la trabajamos a través de las herramientas. Yo me alegro siempre de las grandes marcas de los atletas españoles sobre todo cuando ves que son ejemplarizantes, que los deportistas transmiten valores de trabajo y limpieza. El deporte no es solo ganar, un escaparate de medallas y récords. Es algo más. Y si el atletismo se aleja de eso, se alejará mucho de la juventud. Yo no soy Dios, no tengo una bola de cristal para saber qué es fruto del trabajo y el talento y qué fruto de la trampa. La federación no puede llegar a eso.
P. La anterior federación marginaba a los atletas que denunciaban a los compañeros que se dopaban...
R. Hay que tener firmeza en contra del dopaje y, al mismo tiempo, respetar los procesos. Y siempre voy a estar de parte de los que compiten de forma limpia, siempre, pero siempre con evidencias o hechos, no con sospechas.
P. El domingo pasado, usted no entregó la medalla al club campeón de España de cross: tres de sus miembros han tenido problemas de dopaje. ¿Era una señal que quería enviarles?
R. La legislación reconoce que tienen derecho a volver a competir. Y eso lo respetamos. Pero si alguien que ha estado sancionado cree que va a recuperar la credibilidad sin más, se olvida de que tiene que trabajarla. La gente puede cometer errores, pero hay errores demasiado graves. Creo que el sistema no ha tenido sanciones duras, con capacidad disuasoria, que debe ser su principal finalidad. Si vemos la historia de los atletas sancionados del atletismo español, está claro que durante una época las sanciones no han sido disuasorias. Los que hacían trampas se sentían impunes.
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