Las Palmas rescata un punto ante un Leganés más ambicioso
Los de Jémez renuncian al ataque y sacan un empate que les mantiene con vida
A estas alturas de temporada las fuerzas empiezan a escasear y el miedo a aumentar. El empate de este sábado en Butarque es un ejemplo de ello. El Leganés anda intentando llenar un poco su depósito tras el agotador periplo en dos competiciones; Las Palmas, pese a que necesita sumar de tres en tres para salir del pozo, no ve tan mal cosechar un puntito después de un partido horrible.
La igualada no es mala para el Lega, que mantiene su colchón de once puntos con el descenso, aun así los pepineros fueron los únicos que buscaron la victoria en la segunda parte. En Las Palmas, Paco Jémez parece haber renunciado a alguno de sus principios para seguir con vida en Primera. Los amarillos renunciaron a cualquier intento de atacar con tal de conservar el punto.
La primera parte resultó movida, pero todo lo que pasaba se concentraba en los 60 metros que hay entre área y área. Entre el achique de Las Palmas y la presión del Leganés, apenas había espacio para jugar al fútbol. Los sistemas defensivos estaban funcionando perfectamente. No hubo fallos, por lo tanto no hubo ocasiones.
Tras el descanso el Leganés salió decidido a cambiar el statu quo del duelo. El arreón de los primeros minutos casi sirve a los de Garitano para llevarse el duelo. Amrabat se quedó solo delante de Chichizola aunque su remate salió desviado. Poco después una gran combinación acaba con el balón en los pies de El Zhar, que lo estrella en el cuerpo del meta de Las Palmas. Los de Jémez se salvaron pero los sustos les acongojaron tanto que prefirieron no arriesgar el punto que de momento tenían.
El Leganés se tomó un respiro y volvió a la carga poco después. Ante un rival manso y temeroso se lanzaron con mayor agresividad al ataque. Garitano metió a Guerrero por Amrabat para buscar más remate. Cierto que el marroquí andaba animoso y era un tormento para la defensa canaria, pero al equipo pepinero le faltaba una referencia arriba.
Los últimos 20 minutos fueron un asedio del Lega. Las Palmas era incapaz de retener el balón y los pepineros tiraban de verticalidad para generar peligro constantemente. También a balón parado, como cuando una falta lateral de Diego Rico fue tocada con la bota por Bustinza y exigió lo mejor de los reflejos de Chichizola. En la otra portería, Cuéllar vivía más o menos tranquilo, solo inquietado por algún inoportuno rebote que por poco acaba en su portería. En los últimos minutos los locales siguieron intentándolo, pero sin descuidar su espalda y dando, finalmente, el empate por bueno.
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