Argentina y Barça velan por un Messi dosificado
Valverde y Sampaoli tratan de dar aire al argentino para que saque lo mejor de su fútbol al final del curso y en el Mundial
En el predio de Ezeiza, el búnker de la selección argentina en Buenos Aires, hay un tema cardinal: el estado de forma de Leo Messi de cara al Mundial de Rusia. No quiere el grupo de trabajo de Jorge Sampaoli que se repita la historia de 2014. “Leo llegó tieso a Brasil”, cuentan quienes convivían con el 10 en la temporada 2013-2014, cuando el Tata Martino mandaba en el Barcelona. En aquella campaña, el rosarino sufrió tres lesiones musculares y la última lo tuvo cerca de dos meses fuera de los campos. Hoy, en Barcelona, la situación es completamente diferente. El preparador físico de Ernesto Valverde, Pozanco, cuida hasta el último detalle de sus muchachos. Y Messi vuela, como todo el Barça.
El problema, en cualquier caso, es que Sampaoli necesita a Messi fino en el Mundial; Valverde, en el final de la temporada. “Ojalá todos los jugadores lleguen en el nivel que están. Lo de Sergio Agüero es terrible y Lionel Messi está siempre arriba. Eso es importante para los dirigentes y el cuerpo técnico. Hablamos con Messi de cuidarlo y que juegue menos en Barcelona”, expuso Claudio Chiqui Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). A Valverde no le preocupa, es una situación que tiene controlada. “Confío en todo el mundo y, sobre todo, en Messi. Su ambición es ganar todo con su equipo y con la selección”, replicó el entrenador azulgrana.
Ocurre, sin embargo, que Leo Messi lidera la tabla de minutos del Barcelona. Como siempre. El 10 lleva 3.034 minutos. A eso hay que sumarle los partidos por las eliminatorias sudamericanas (360), más un amistoso frente a Rusia con la Albiceleste (90). “Jorge envió un mensaje claro. En los últimos dos parones por selecciones liberó a Leo del segundo partido”, cuentan desde la selección. Sampaoli y Valverde entienden que al 10 hay que dosificarlo, cuidarlo para que potencie su mejor rendimiento vestido de azulgrana, también de albiceleste. “No me gusta estar fuera, me gusta participar, ayudar desde dentro, pero también entiendo que un año es largo y que cada día hay que cuidarse más porque cada vez son más duras las temporadas”, explicó Messi, que esta temporada ha comenzado tres partidos sentado en el banquillo (ante la Juve y el Sporting, en la Champions; y el Espanyol, en la Liga).
Coutinho, clave
A Messi lo tranquiliza la diferencia de puntos respecto al Real Madrid. “Tiene un colchón de puntos importante para no tener que ir ahogado en la Liga. En el caso de que lo necesite, puede descansar”, explican desde Ezeiza. Valverde, en cambio, no se fía. Al menos, públicamente. “Estamos en una posición privilegiada y no queremos dejar de estarlo. Pero hay que admitir la dificultad de la competición. Y si repetimos que hay Liga no es una pose, es una realidad”, asegura el Txingurri. No quiere sorpresas hoy ante el Eibar (16.15, beIN), después de los últimos dos empates ante el Espanyol (1-1) y el Getafe (0-0).
Otra de las situaciones que alivió a Messi fue la llegada de Coutinho. Comprende el argentino que la presencia del exjugador del Liverpool le abre oportunidades a Valverde, potencial descanso para él. Otra de las buenas noticias es que Valverde encara la recta final de la temporada con todo el grupo disponible. El último en dejar la enfermería fue Vermaelen, que ayer se entrenó junto al resto de sus compañeros, aunque el Barcelona todavía no anunció su alta médica. “Ya se entrenaron todos los jugadores, pero vamos a tocar madera porque tenemos un partido mañana”, pide el preparador del Barcelona. No quiere despertar a la mala suerte el técnico, sobre todo frente al calendario apretado que le espera: ocho partidos en los próximos 30 días.
Si Valverde se manejó bien en la precariedad, ahora podrá gobernar en la abundancia. Eso sí, con especial atención para Messi. Nada nuevo para el Barcelona.
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