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El doble resbalón contra el Madrid que condena a Emery

La titularidad de Lo Celso y la entrada de Meunier desacreditan al técnico del PSG

Unai Emery durante el Madrid-PSG. En vídeo, declaraciones de Unai Emery, entrenador del PSG.Foto: atlas | Vídeo: CHRISTOPHE SIMON
Diego Torres

Unai Emery y Nasser Al-Khelaifi viajaron en la primera línea de asientos del autobús que llevó al PSG del Bernabéu a Barajas, en la noche del miércoles. A la izquierda, con la frente contra la ventana, el entrenador con la mirada clavada en la nada a través del cristal; a la derecha, Al-Khelaifi, el presidente del club, con el rictus de la rabia endurecido en la cara, incómodo, como si la proximidad con su acompañante le incomodase. El autobús no se había detenido cuando el dirigente ya estaba de pie lanzado hacia la puerta para desaparecer en la terminal lo antes posible. Emery tardó un rato en levantarse de su asiento. Cuando lo hizo la plantilla ya se había ido, dejándole solo. Le aguarda el viaje más duro de su carrera como entrenador. Si no levanta la eliminatoria el 6 de marzo en París su trayectoria quedará irreparablemente dañada.

El 3-1 del PSG en el Bernabéu se inscribirá como el partido del doble tirabuzón de Emery. Dos piruetas tácticas de máximo riesgo emprendidas sin atender consejos ni mirar consecuencias. Según los técnicos y los analistas consultados, se trata de dos decisiones que contradicen las leyes elementales del fútbol. Primero, poner a Giovanni Lo Celso en el mediocentro; después, alterar la línea de defensa introduciendo a Meunier en el lateral derecho. Dos movimientos que dieron más vida al rival que a sus propios jugadores. Dos medidas que, tras el partido, defendió con vehemencia.

“Giovanni ha hecho un gran partido y el mejor momento del equipo fue cuando entró Meunier”, señaló. “Lo habíamos trabajado en los entrenamientos”.

Los expertos lo contradicen. “Una ley del fútbol indica que con el partido lanzado nunca debes tocar tu defensa cuando está asentada, salvo accidente”, dice un director deportivo español que prefiere el anonimato; “y mucho menos en un partido de la mayor dificultad. Para un defensa, entrar en frío siempre entraña un riesgo de adaptación muy grande porque no es fácil coger la marca de los rivales sobre la marcha”.

Joven y desnaturalizado

El primer escorzo táctico fue cambiar la zaga en el minuto 66. Alves estaba cumpliendo y, sin embargo, el técnico lo metió en el mediocampo para ubicar a Meunier en el lateral derecho. El belga tenía motivos para no sentirse cómodo. Hasta el verano pasado se contaba entre los tres mejores laterales diestros de Europa pero desde entonces había pasado a la suplencia porque Emery concedió la titularidad a Alves. En el PSG recuerdan que Meunier siempre sospechó que Alves le había quitado el puesto porque era amigo de Neymar. Su participación en la remontada del Camp Nou (6-1) le cargó con un peso añadido. Atribulado por temperamento, Meunier naufragó. No supo cogerle la distancia a Asensio y acabó por abrir la puerta al Madrid en los dos últimos goles.

La titularidad de Lo Celso fue una decisión personalísima de Emery en la medida en que la defendió en solitario frente a una parte de su cuerpo técnico. Sus ayudantes le sugirieron que el argentino, un joven mediapunta natural, podía no estar listo para desempeñar un papel como el que requería el mediocentro en un partido tan difícil. Emery se obstinó en considerar que si Lo Celso podía jugar en esa posición contra el Toulouse o el Lille, también podría cumplir en la Champions. Lo eligió en detrimento de Lass, Verratti o Rabiot, y el PSG lo sufrió. El penalti a Kroos —antesala del 1-1— fue el error más evidente de un muchacho que, además de jugar fuera de su sitio, jamás lo había hecho con tanta presión.

Unai Emery ha disputado 19 partidos en los campos del Madrid y el Barcelona. El balance es de 18 derrotas y un empate.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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