La amenaza de la FIFA se queda en nada

España estará en el Mundial de Rusia 2018. Los argumentos del Gobierno español, representado por el ministro Íñigo Méndez de Vigo y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) José Ramón Lete, sobre que no ha habido injerencias en el proceso electoral de la Federación Española de Fútbol han convencido a la secretaria general de la FIFA Fatma Moura. La dirigente senegalesa se interesó mucho por conocer qué es el Consejo de Estado, organismo que debe decidir próximamente si se repite todo el proceso electoral ganado por Ángel María Villar antes de su encarcelamiento por la Operación Soule y su posterior destitución a manos del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

Moura contemplaba como una posible injerencia gubernamental la repetición de todo el proceso electoral que compondría una nueva asamblea para elegir presidente. Ante esta observación, la delegación española, en la que también figuraba Juan Luis Larrea, presidente en funciones de la Federación Española de Fútbol, y la secretaria genera Esther Gascón, le explicó la naturaleza independiente del Consejo de Estado y se le puso como ejemplo su intervención en el proceso independentista catalán.

Moura se interesó por la situación por la que atraviesa la Federación tras el terremoto de la Operación Soule y dejó caer la necesidad de que hubiera elecciones a la presidencia federativa lo antes posible. La celeridad que pretende la FIFA no se daría si el Consejo de Estado decidiera finalmente que se repitiera al completo el proceso electoral. Los plazos podrían dilatarse hasta pasado el próximo Mundial de Rusia. Fuentes federativas analizan el resultado de la reunión como el de un pacto de no agresión. Larrea y Gascón, que provocaron la amenza de la FIFA con su denuncia, no insistirán por esta vía. A su vez, la presión para que el Consejo de Estado dictamine unas elecciones nuevas en su totalidad será rebajada. Que Villar fuera destituido por el TAD ha paliado la necesidad que tenía el Consejo Superior de Deportes de acabar con la era del dirigente vasco al frente del fútbol español. Ya no es necesaria la repetición de las elecciones que tanto defendía Lete y que tanto se preocupó por divulgar.