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Las Palmas gana oxígeno a costa de un Valencia desnortado y fallón

El conjunto canario remontan con goles de Viera y Calleri y sufren al final del partido con dos jugadores expulsados

Calleri se lleva el balón ante Nacho.
Calleri se lleva el balón ante Nacho.Ángel Medina G. (EFE)

La guagua canaria, con las ruedas pinchadas tras el accidente de Girona, subió la cuesta que le propuso el Valencia en el Gran Canaria y sacó la cabeza del avispero en que la había metido. Sonaban las campanas de una iglesia tras el gol de Santi Mina en el minuto cinco. Detrás del estadio preparaban el nicho para el equipo de Paco Jémez en el cementario de San Lázaro, que está pegadito al estadio. La Unión Deportiva regateó los malos presagios y superó al Valencia, al que Marcelino desnortó con los cambios tras la expulsión de Gabriel Paulista. En una segunda mitad calamitosa, el Valencia, que perdonó mucho en la primera mitad, le regaló el partido a los canarios, que tiritaron en el descuento jugando contra nueve tras la expulsión de Vezo. Cuarta victoria canaria en la temporada y primera de la era Jémez, que ayer levantó un 0-1 para sumar 14 puntos.

La pose de Gálvez resoplando cerca de llegar al descanso tras cortar una contra encabezada por Santi Mina era la fotografía de la Unión Deportiva en la primera parte. Un equipo partido en dos, desbordado siempre por el contragolpe blanquinegro, en el que Gálvez se multiplicaba para taponar todas las vías de agua. A su lado, Lemos, silbado por el público cada vez que tocaba el balón y al que desnudaban las correrías de Santi Mina, que siempre la ganaba la espalda. Paco Jémez no tuvo paciencia con el uruguayo, al que sustituyó a la vuelta de vestuarios.

El punta gallego, que marcó su noveno gol en la temporada, séptimo en Liga, se pudo marchar con un doblete tras la primera mitad. Recibió de Rodrigo, superó en carrera a Lemos y lanzó a puerta sobre la salida de Chichizola. El balón tropezó en el meta y se estrelló en el palo. Era el minuto 15. Mina marcó el primero, rozó el segundo y estuvo en todas junto a Rodrigo. Los visitantes hacían daño pero arriba no fueron del todo contundentes frente a un rival cosido con alfileres.

Su gol, el primero de un partido movido, llegó de cabeza, elevándose con un gran salto sobre los centrales canarios. El Valencia encaraba en el minuto cinco un partido que se preveía cómodo ante un rival que se ahogaba tras la humillación del Montilivi de Girona y una semana muy agitada. Jonathan Viera, que tiene al Valencia en su diana particular, llegó al rescate. Calleri se anticipó a Gabriel y con el pecho asistió al mago del Gran Canaria, que no falló. La jugada fue un despropósito de la defensa blanquinegra, que se rompió tras un centro desde la derecha.

Ante la ausencia de Parejo, apareció la movilidad de Rodrigo. El hispanobrasileño se movió por todo el frente de ataque con total libertad para retrasarse a enlazar con los centrocampistas de corte físico que presentó ayer Marcelino para suplir la baja por sanción del capitán. El mapa de calor de Rodrigo cubrió de rojo el Gran Canaria en la primera parte. Su participación y su influencia en el juego fue máxima. Dani Castellano sacó en la línea, con Chichizola batido, un lanzamiento suyo que se colaba dentro en el minuto 37. En la segunda parte se apagó su luz y el equipo echó de menos a Parejo.

La segunda parte fue de entrenadores. Paco ajustó su defensa y Marcelino arriesgó manteniendo una defensa de tres efectivos sin ningún central titular tras la expulsión de Gabriel Paulista. El brasileño se fue a la calle en el minuto 53 por su enérgica protesta sobre el árbitro, que le pitó un penalti muy polémico por manos. Calleri levantó el partido para la Unión Deportiva. Entonces, Marcelino dejó atrás a Vezo, Montoya y Lato y metió a Guedes, Vietto y Zaza. El asturiano se lanzó a por el partido. No quería ceder puntos tras el resbalón del Atleti. Su equipo se desordenó del todo y Vezo se fue a la calle en los minutos finales. El Valencia perdió la cabeza en el Gran Canaria y la posibilidad de asaltar la segunda plaza.

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