El Valencia deja al Barça al borde del desahucio

El Valencia explotó a fondo la vulnerabilidad del Barcelona en el duelo de supervivencia extrema que les enfrentó. Ambos equipos se encuentran en posiciones muy alejadas, casi remotas, de su objetivo: meterse entre los ochos primeros para poder estar en los playoffs.

El desengaño del Barcelona se repite día sí, día no. A veces su buena pinta le hace concebir esperanzas, pero vuelve a las andadas con una naturalidad asombrosa. El Valencia, muy disminuido por el rosario de bajas que le asola, dominó todo el partido. Van Rossom llevó el ritmo, Dubljevic se hizo fuerte en el interior de la zona, Rafa Martínez y Doornekamp gastaron con eficacia la pólvora de que dispusieron. El Valencia se adueñó del juego porque dominó el rebote con una autoridad insultante (42-24) y porque explotó a fondo su agresividad ofensiva y fue infalible desde la línea de tiros libres. 21 tiró y 21 metió. El Barcelona tuvo que conformarse con nueve.

Sito Alonso continúa dándole vueltas al equipo. Sin resultado. Esta vez volvió Pressey a la titularidad. Utilizó también a Sanders y apenas le dio carrete a Vezenkov. No pudo contar con Séraphin y Moerman jugó mermado a causa de las molestias que sufre en una pierna. El Barcelona cometió muchísimos errores. Por citar algunos, cuando el partido enfilaba su fase decisiva, con 64-61 en el marcador, Moerman falló clamorosamente un pase, Koponen falló una finalización en bandeja en una posición sola y Pau Ribas, cuando todavía tenía el Barcelona alguna posibilidad (75-69) pisó la línea de banda.

Además, Hanga cometió dos faltas en un abrir y cerrar de ojos y ya no fue capaz de cogerle el aire al partido, lo mismo que Koponen y Tomic. El pívot croata cometió su tercera falta, tras hacerse acreedor a una técnica. Ni siquiera se había llegado al descanso y ya no logró aportar apenas nada: dos puntos y ni un solo rebote.

Entre los cinco jugadores del Barcelona que jugaron en su quinteto inicial sumaron 15 puntos. Probablemente un récord negativo. El Valencia, en cambio, jugó muy compacto y todos aportaron, también San Emeterio, Abalde y Pleiss. Dejaron al Barcelona al borde del desahucio.