Los cuartos de la Copa del Rey despejan el camino a los grandes

El sorteo de los cuartos de final de la Copa del Rey despejó el camino al Madrid y al Barça. En un bombo con ocho equipos que incluía las bolas de los cinco primeros clasificados en la Liga, los grandes se evitaron entre sí, profundizando el carácter previsible de este torneo. A cambio de asegurar las audiencias mayoritarias, el formato penaliza a los clubes pequeños y a los aficionados que buscan emoción. 

El Madrid se enfrentará al Leganés y el Barça al Espanyol. El partido decisivo, la vuelta, se disputará en campo del más grande. No necesitarán viajar, con el desgaste añadido que suponen los traslados de ciudad. Al margen de los dos gigantes, la peor de las suertes se la llevaron Atlético y Sevilla. Los conjuntos de Simeone y Montella pelearán por un puesto en las semifinales en la eliminatoria más atractiva de la ronda. En lado opuesto se sitúa el último de los grandes, el Valencia. A priori afortunados, los de Marcelino se las verán con el Alavés, antepenúltimo en el campeonato liguero. 

Será un Leganés histórico el encargado de medir el estado y las aspiraciones coperas de este Madrid. La ida se disputará la semana del 17 de enero en Butarque, que albergará sus primeros cuartos de Copa, y la vuelta será en el Bernabéu siete días después. "El Leganés lleva una temporada magnifica y será un rival difícil. A ver qué sucede", valoró Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del club blanco.

Otro derbi, este con algo más de chicha, marcará también el camino del Barcelona. Los de Valverde comenzarán su eliminatoria frente al Espanyol a domicilio. "Hay un respeto mutuo, nos conocemos bien, no viajamos. Es una partido especial", destacó Guillermo Amor, emisario blaugrana.