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LaLiga Santander jornada 16
Málaga
Málaga
0 2
Finalizado
Betis
Betis
Sergio León 24'Camarasa 49'

El Betis respira y hunde al Málaga

Joaquín, al que no se le concedió un gol, y Fabián rompen la mala racha del equipo de Setién y lo conducen al octavo puesto

Rafael Pineda
Amat, que jugó de mediocentro, se impone a Peñaranda.
Amat, que jugó de mediocentro, se impone a Peñaranda.Carlos Diaz (EFE)

El Betis de Quique Setién conoció la victoria seis partidos después con un justo y convincente triunfo en el derbi regional ante el Málaga, al que deja muy tocado en la zona de descenso. El éxito de los verdiblancos se asentó en el monumental partido de Joaquín, que dio un gol y metió otro no concedido, ayudado por un futbolista, Fabián, con pinta de convertirse en jugador importante.

El Betis espantó sus fantasmas con dos tantos de buena factura, que acabaron con la resistencia de un Málaga que no mostró, ni por asomo, los síntomas que le hicieron reaccionar en los últimos encuentros. Plano y sin fútbol, con debilidad en defensa, el equipo de Míchel dio un enorme paso atrás que pone en apuros al entrenador. Setién, que empezaba a ser cuestionado, respira y coloca al Betis en la octava plaza. Un triunfo que suena a punto de inflexión para el equipo verdiblanco y que le permite retomar la confianza. Confianza en Setién y sus ideas, que conduce a la esperanza de retomar el buen camino y enderezar una temporada que se estaba complicando. Al Málaga le queda un suplicio por delante. Ante el Betis le fallaron puntales como Roberto, Recio o Chory Castro, básicos en otros partidos y sin fuelle ante los de Setién, dominadores del partido desde el minuto 20 y justos vencedores. En el triunfo bético, además, asomaron destellos del buen juego mostrado a inicios de la temporada. Sobre todo en los pies de Joquín y Fabián, ayudados por la seguridad que transmitieron Feddal y Mandi en defensa. Nada como las victorias para asentar el ideario.

El Málaga venía apuntando síntomas de reacción en los últimos encuentros. La confianza en Míchel se había traducido en un buen triunfo en Anoeta y la sensación, en definitiva, de que el equipo había encontrado el camino de la mejoría. Esos buenos apuntes ofrecidos por el Málaga desaparecieron en un primer tiempo bastante flojo de los blanquiazules, incapaces de aprovechar las dudas con las que el Betis llegaba al derbi regional. Con Setién improvisando por las bajas, colocando a Amat de mediocentro, y discutido su ideario, el Málaga solo asustó en un primer cuarto de hora donde el Betis no se despojó de sus complejos. La puesta de escena de los verdiblancos fue bastante deficiente y el Málaga, demasiado pasivo, solo encontró el camino del peligro real a balón parado, en un remate de Recio, y, sobre todo, en un balón de Keko en el área que estuvo a punto de batir a Adán.

Pasado el desconcierto de los primeros minutos, el Betis encontró en Joaquín a su gran tabla de salvación, ayudado por un excelente Fabián. El extremo es una muestra de inteligencia infinita sobre el campo. Pocos jugadores son capaces de utilizar con más eficiencia sus recursos. Joaquín, quien con 469 partidos se ha convertido en el jugador con más partidos en Primera de este siglo, fue el futbolista que dio sentido al control de balón que el Betis comenzó a ejercer a partir de los 20 minutos. El Málaga, encogido, sin el alma de otros partidos y echando de menos el empuje de Recio, fue un espectador del fútbol verdiblanco, quien en algunas fases comenzó a tocar con el sentido de las primeras jornadas de Liga. Joaquín asistió a Sergio León y el delantero marcó, con pifia incluida de Roberto, al que se le intuía una mala noche. El Málaga era un desastre. Se lesionó Adrián y Míchel metió a un delantero, Rolan. El Betis controló el juego sin problemas y hasta Joaquín marcó de un lanzamiento de falta que Roberto sacó desde detrás de la línea de portería. Alberola Rojas no dio el tanto porque no lo vio. Ni su asistente. Millones de personas supieron al instante que fue gol salvo el que tenía que saberlo. El Málaga respiró. Lo mejor al descanso era que solo perdía por un gol.

La puntilla del Betis llegó a los cuatro minutos de la reanudación. Un tanto muy del estilo de Setién, lleno de toque y elaboración, con definición de Camarasa en el área pequeña después de un gran pase de Barragán. El Málaga fue un puro desorden, incapaz de jugar con ideas y sentido. Míchel dejó demasiado solo a Recio en el centro del campo. El medio reventó y esta vez Ontiveros no pudo ejercer de revulsivo. El Betis, al que le faltó temple y toque para conseguir mayor ventaja en el marcador, dominó siempre en defensa y no pasó por apuros. De esta manera, forjó un triunfo muy importante que le permite respirar y volver a colocarse en los puestos altos de la clasificación. Una noche redonda para el Betis, que despeja el futuro de su entrenador, Setién, y que rehabilita a futbolistas como Feddal, Joaquín, Fabián o Sergio León, pilares de este equipo que aspira a salir de la mediocridad de las últimas temporadas.

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