El Maccabi vence a la muchachada del Villarreal
Calleja reserva a los titulares y el equipo, ya clasificado, concede su primera derrota en Europa ante el conjunto dirigido por Jordi Cruyff
Un juvenil Villarreal pagó su bisoñez ante un Maccabi aliviado con la alineación amarilla, que le allanó conseguir su primer gol y conquistar su única victoria del curso en la Liga Europa. El equipo de Jordi Cruyff ha sumado tan solo cuatro puntos en el grupo A, todos ellos ante el club castellonense. Hechos los deberes con antelación, clasificado ya para dieciseisavos como primero de grupo, el partido entre el Villarreal y Maccabi resultaba intrascendente, salvo por los 360.000 euros por la victoria que se llevó, junto a la honra, el Maccabi.
Las siete bajas con que cuenta el conjunto castellonense, la sobrecarga de partidos de los jugadores disponibles, y la cercanía del choque ante el Barça, aconsejó a Calleja a prescindir de sus principales actores, salvo Asenjo, Trigueros y Fornals, de guardia en el banquillo. Once fueron los jugadores del filial que entraron en la convocatoria. Y siete de ellos se alinearon como titulares finalizando el choque con nueve jugadores de la casa. Todo un tributo a la cantera amarilla en el escaparate europeo.
El imberbe Villarreal, con Rukavina y Roberto Soriano ejerciendo de tutores de la muchachada, dio la cara desde el inicio ante el, en teoría, más experimentado conjunto macabeo. El balón forma parte del ADN Villarreal desde párvulos. Y con el esférico por bandera, el Villarreal pretendió ser protagonista. Buenas intenciones que en el primer acto le procuraron no pasar apuros en su área, para progresivamente asomarse a la del Maccabi, con los porteros inéditos en los primeros 45 minutos. El marco del Villarreal lo defendió Mariano Barbosa, que en los dos últimos partidos ha sentido la presión de tener en la reserva a Sergio Asenjo, que apunta a titular ante el Barça.
A Mario González le faltó fe para embocar a gol un preciso centro de Chuca en el inicio del segundo acto de color amarillo. Como le sucedió al final a Poveda. Aumentó el ritmo el grupo de Calleja para poner en evidencia las carencias del principal club israelí, capaz de desplazar a Vila-real a un millar de seguidores que se dieron el gusto de celebrar el primer gol de su equipo en la fase de grupos. El tanto del Maccabi fue conseguido por Blackman al aprovechar un pase filtrado entre los centrales groguets. Y llegó cuando mejor estaba el Villarreal, dominador del primer cuarto de la segunda mitad. Con orden le fue suficiente al Maccabi para contener el ánimo sin malicia de los chicos del Villarreal.
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