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Santi Mina y la patente de LeBron James

El delantero del Valencia, que celebra sus goles con el ritual de la estrella de la NBA, despunta este curso partiendo del banquillo

Santi Mina celebra un gol junto a Rodrigo y Guedes.
Santi Mina celebra un gol junto a Rodrigo y Guedes.David Ramos (Getty)

Cuando Santi Mina marca esta temporada, la liturgia es la misma. Carrera corta hacia el fondo de detrás de la portería, frenada en seco, rodilla derecha arriba y abajo, mismo gesto luego con la rodilla izquierda, dos palmadas al pecho con la mano derecha y saludo militar para concluir. La danza del gallego, tras cada uno de los siete goles que ha hecho esta campaña, está inspirada en el gesto, cargado de rabia, que patentó LeBron James cuando jugaba en Miami Heat para silenciar a sus detractores. “Silencia a los críticos, demuéstrales que se equivocan”, este era el eslogan gestual detrás de cada canasta ganadora de LeBron.

“Es imposible igualar lo de Benítez”

El Valencia de Marcelino busca esta tarde en Getafe (16.15, beIN) colocarse a dos puntos del liderato y superar el récord de 13 jornadas sin perder que estableció el conjunto ché en la temporada 2001-2002, con Rafa Benítez como entrenador. “La satisfacción es ganar, más que batir un récord. Es imposible acercarme a lo que Benítez logró aquí, es un referente”, explicó Marcelino en la víspera. El Valencia suma nueve victorias y cuatro empates gracias, en gran medida, a los 25 goles que suman entre Zaza (9), Rodrigo (9) y Santi Mina (7). “Se les cuestionó y me alegran sus índices realizadores”.

¿Cuál es el motivo de la coreografía de Mina? ¿Hay revancha contra sus detractores? “Simplemente le gusta la NBA. No hay rencor detrás. Es muy buen chaval. Nada crítico, menos aún rencoroso. Solo es un poco impulsivo pero tiene muy buenos valores y trabaja mucho”, cuenta un miembro del cuerpo técnico.

Santi Mina llegó a Valencia en verano de 2015, previo pago de 10 millones de euros y apadrinado por Jorge Mendes, su agente. Tras tres temporadas decepcionantes, ha explotado en esta como goleador, partiendo, generalmente, desde el banquillo como recambio de Zaza o de Rodrigo. La dieta de Marcelino se aprecia en el punta vigués, más delgado y más afilado que nunca. Y, efectivamente, está silenciando a sus haters, sea o no sea esa la intención que lo ha llevado a celebrar como LeBron.

El delantero gallego debutó a los 17 años en el Coliseum de Getafe. Paco Herrera, que dirigía al Celta de Vigo en el curso 2012-2013, se había encaprichado de un delantero goleador del filial celtiña al que subía a menudo a entrenar con el primer equipo. Era Santi Mina. El muchacho tuvo su bautismo en Primera 16 de febrero de 2013 frente al equipo madrileño. Entró en el minuto 59 en sustitución de Iago Aspas, en un partido que finalizó con derrota celeste por 3-1. Hoy, casi cinco años después, y a cuatro días de cumplir 22 años, Mina vuelve al escenario de su primera vez. Y llega en racha.

Tanto en su debut como en este regreso, Mina lo hará sin su padre en la grada. Santiago Mina Lorenzo, progenitor del jugador del Valencia, tiene la costumbre de no asistir a los partidos de su hijo. No lo ve jugar en el campo ni tampoco por televisión. “Que recuerde fue al campo, cuando yo era muy pequeño, tres o cuatro veces como mucho. Creo que no sabe ni como juego porque ni siquiera ve los resúmenes de los partidos. Mi padre me explicó que a él no le gustaba que fueran a verle jugar mis abuelos, así que pasa de ver mis partidos. Tengo compañeros con los que llevo muchos años en el equipo que ni siquiera lo conocen”, contó el jugador después de estrenarse como goleador en Primera marcando cuatro de los seis goles de la victoria del Celta por 6-1 ante el Rayo Vallecano en la jornada 31 de la temporada 2014-2015. Y así desde entonces. Papá Mina cumple siempre el mismo ritual. En el Valencia pocos lo conocen. En aquella memorable noche de Balaídos, Mina se convirtió en el jugador más joven en marcar cuatro goles en un partido en los últimos 80 años de competición.

Otra de las aficiones del delantero es la tinta. Un día se decidió a marcar su piel por tinta y hoy su cuerpo está envuelto por multitud de tatuajes. Igual que el de Zaza. Con el gladiador italiano mantiene una gran amistad. Misma posición en el campo, misma pasión por la tinta del tatuador. Y casi los mismos goles. La estadística del gallego es porcentualmente mejor que la de cualquier otro delantero en el ratio de goles por minuto. Mina ha anotado siete goles. Golea cada 78 minutos y apenas ha jugado 550 minutos durante los 15 partidos oficiales de esta temporada según la web oficial del Valencia.

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