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El Sevilla da otro homenaje a Berizzo con remontada ante el Villarreal

El conjunto andaluz, como hizo ante el Liverpool, se lleva los tres puntos después de que el submarino amarillo se adelantase con goles de Bakambu y Bacca

Banega celebra el gol de la victoria ante el Villarreal.
Banega celebra el gol de la victoria ante el Villarreal. Domenech Castelló (EFE)

Cinco días después, de nuevo con un equipo de dos caras, el Sevilla homenajeó a Berizzo levantando un partido que tenía perdido, superado en todo por un Villarreal con un fútbol de alta escuela que al principio de la segunda mitad contaba con dos goles de ventaja anotados por sus dos goleadores, Bakambu y Bacca. Pero el Sevilla nunca se rinde. Y lo que no le procura su juego se lo concede su pegada.

Fue un partido grande entre dos equipos nobles, dos clubes fijos en las últimas temporadas en Europa, que aspiran a estar en la Champions donde el Sevilla se ha asentado en los dos últimos cursos. Y con dos técnicos que entienden de igual forma el juego, que consideran que las victorias están más cercanas cuanto mejor fútbol se practica, disponiendo de equipos atractivos, con jugadores de buen pie y que tienen bien definidos los esquemas: el 4-4-2 en rombo de Javi Calleja frente al 4-3-3 del Toto Berizzo.

El duelo tuvo un inicio atractivo entre dos conjuntos disputándose la posesión y los espacios. Menos preciso el Villarreal en el pase, el Sevilla daba sensación de encontrarse cómodo, robando en el centro del campo y plantándose en el área de Barbosa en pocos toques. Falsas apariencias. Los referentes de Calleja en la dirección son dos técnicos opuestos: Manuel Pellegrini y su fútbol esteta y de posesión que hizo grande y reconocible al Villarreal; y Marcelino García Toral, del que el entrenador madrileño quiere mantener la presión alta, la velocidad de acción y los contragolpes letales.

Ecléctico en su proceder, el Villarreal se adelantó en el marcador en una acción de pocos toques. Escorado en la banda izquierda, Carlos Bacca realizó una apertura al extremo derecho por donde percutió Pablo Fornals. Su pase de primeras fue alcanzado por Bakambu para batir por alto a Sergio Rico. La desventaja aturdió al Sevilla ante el crecido equipo castellonense, que arrinconó a los de Berizzo con un fútbol de alta escuela iniciado siempre a partir de Rodrigo Hernández, un centrocampista mayúsculo al que acompañan jugadores que hablan el mismo idioma como Trigueros, Pablo Fornals y Roberto Soriano. La movilidad de Bacca y Bakambu, resultaba un dolor de cabeza para la recompuesta defensa del Sevilla.

Sin aparecer Banega ni Franco Vázquez, al Sevilla solo le quedaban en ataque acciones residuales y las aventuras en solitario de Sarabia y Muriel, siendo el colombiano el atacante más activo en el primer periodo del conjunto sevillano, que disputó los últimos dos minutos en superioridad. Rodrigo Hernández tuvo que marcharse rápidamente a los vestuarios antes de tiempo, al parecer, para hacer sus necesidades fisiológicas. Más que anecdótico. Apenas comenzado el segundo periodo, Rodrigo, confirmada una gastroenteritis, tuvo que dejar su puesto al canterano Ramiro Guerra.

El contratiempo de la ausencia de Rodrigo no descompuso de primeras al Villarreal, sí en el posterior desarrollo del encuentro y el inesperado final. Cinco minutos después, Bacca le ganó una carrera de más de 50 metros a Carole, todo ello con el balón controlado. El colombiano esquivó la salida de Sergio Rico para marcar a placer.

La felicidad en el Villarreal era completa, el Sevilla parecía muerto. Pero el conjunto de Nervión nunca se rinde. El Liverpool lo padeció cinco días atrás. Y en dos minutos, del 55 al 57, equilibró el choque con dos goles. El primero, de Lenglet, al cabecear una dulce falta lateral botada por Banega; el segundo tras un disparo combado de Franco Vázquez desde el borde del área al que no alcanzó a llegar Barbosa.

Igualado el marcador, aprovechando la inercia positiva, el Sevilla creció en el juego y creyó en sus posibilidades, sin perder la cara el Villarreal en un partido en el que aparecieron las asperezas, la polémica y el error arbitral que benefició al Sevilla. Alberola Rojas, el colegiado del encuentro, señaló penalti por una caída de Mercado al contactar el argentino con Víctor Ruiz. El Villarreal tuvo doble castigo resultando expulsado el central amarillo. Banega convirtió la pena máxima para lograr una nueva remontada de lujo ante un gran Villarreal. Un nuevo homenaje a Berizzo.

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