Atlético de Madrid - Real Madrid: el derbi de las urgencias
Ambos equipos se miden apremiados por el despegue del Barça, su bacheado curso, la pérdida de identidad en el juego y el ruido alrededor de Griezmann y Cristiano Ronaldo
En el Madrid futbolero todo son urgencias. Lo mismo da el Atlético que el Real. Apremios y más apremios cuando el curso solo discurre por el tercer mes. Si no lo remedian, tiempo suficiente para que uno u otro entreguen la cuchara liguera antes de Navidad. Para colmo, los rojiblancos están a un paso de quedar exiliados en la Champions. En el Madrid, una derrota, tras las cercanas de Montilivi y Wembley, sería atronadora. En este derbi (20.45, Movistar Partidazo), las tramas no solo son mayúsculas. Se acentuarán si a la hora de saltar al monumental Metropolitano el Barça hubiera ganado en Leganés (16.15, beIN LaLiga) y tuviera a los contrincantes madrileños a 11 puntos por el retrovisor.
En algo han emparentado el Atlético y el Real: no se reconocen con su floreciente e inmediato pasado. Los colchoneros ya no son tan sólidos en el área propia y no dan con Griezmann en la contraria. Los merengues ya no son el equipo fluido y reversible de la última temporada y el gancho de Cristiano es más blandengue que nunca. Los datos de ambos delanteros espantan. El francés lleva dos goles en Liga (0,22 por partido) tras 19 remates (2,1 por encuentro). El chico tiene un promedio de pérdidas de 10,7 y, dada su escasa producción, solo recibe 1,6 faltas por jornada. Al portugués no le va mejor: un tanto (0,14 de media) después de 37 remates (5,2 por día), 10,2 pérdidas por choque y una media de 0,5 infracciones sufridas.
Al margen del juego, ambos también perturban. El galo con sus constantes flirteos con el mercado. El luso, con su nula camaradería con los goles ajenos, como el de Isco al Las Palmas en la última jornada, y sus dardos a la confección de la plantilla. Ambos han tenido réplica. Koke, con una genérica petición de compromiso. Sergio Ramos ha dejado claro que lo del siete le parece improcedente. Para Griezmann y Cristiano nada como la sonoridad de un derbi para remontar y, de paso, apaciguar entornos.
Paz en los vestuarios
“Griezmann está muy bien, es nuestro jugador más importante y desequilibrante ante el gol y estamos haciendo una buena Liga sin que haya llegado su mejor momento”, sostuvo este viernes Simeone, que restó relevancia a la cháchara sobre una hipotética marcha del francés. Lo mismo hizo Zidane con el desencuentro entre Ramos y CR: “Son dos leyendas, dos personas inteligentes y no pasa nada porque piensen diferente. Dentro, las cosas se arreglan y ya están arregladas”.
A la espera del renacer de las estrellas, desde lo colectivo los dos equipos precisan recuperar sus señas de identidad. El Atlético no ha caído en Liga, pero sus cinco empates son una merma considerable. Ya no le basta con sacar el colmillo, blindar a Oblak y cazar un simple gol victorioso. El testamento de Simeone en su fabulosa etapa se ha reflejado menos que nunca. El propio técnico no ha dejado de tocar las teclas. Que si Gabi, que si Thomas, que si Correa, que si Carrasco, que si Gameiro… De momento, la sintonía no es la misma y la llegada de Diego Costa y Vitolo puede resultar demasiado tardía. Para la primera visita del Madrid al Metropolitano, Simeone recupera a Koke, Carrasco y Filipe.
Tampoco se encuentra el Madrid. A Zidane no le encajan las piezas. Nada que ver con el conjunto coral del doblete capaz de cambiar el repertorio en un mismo partido las veces que fuese necesario. Ninguna aproximación a ese Real en el que tanto tirón tenía la segunda unidad como la primera. Asensio va y viene, de Ceballos y Lucas Vázquez no hay migas, y menos aún de Borja Mayoral. Por ahora, la plantilla no ha tenido la expansión de la exitosa última temporada. Desde luego, Simeone no tiene dudas sobre su graduación: “El Real Madrid es el mejor equipo del mundo en este momento. Se llevan a los chicos buenos de todos los equipos de la Liga, lo que genera que los demás no podamos llegar a ellos. Están haciendo un trabajo enorme”.
Frente al vecino, el Real no podrá alistar a Keylor Navas, Bale y Kovacic, los tres de baja. Sí ha recibido el alta Carvajal, y Modric, según su técnico, ya ha superado las molestias con las que regresó de la repesca con Croacia frente a Grecia. Lo mismo que Isco, tras el golpe recibido el pasado sábado frente a Costa Rica.
Uno y otro, Atlético y Real, tienen munición suficiente para propulsarse en el derbi. Pero ninguno tiene margen. Hay prisas.
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