El Benevento pierde más que nadie

El fútbol cuenta con la particularidad de ser uno de los pocos deportes en los que las victorias pueden saber a derrotas, de la misma forma que algunos ilustres perdedores pueden presumir pletóricos de su desgracia si se observa la realidad desde el punto de vista inverso.

Al Benevento, por ejemplo, un modestísimo equipo de la Serie A italiana, que viste de rojo y amarillo a rayas y luce a una bruja subida sobre una escoba en el centro de su escudo, se le podría considerar como el peor equipo de Europa si se atiende a la marca que acaba de completar. Tras caer en su último partido ante la Juventus en Turín (2-1) suma doce derrotas en doce partidos, un registro sin parangón en Europa (ningún otro colista del continente tiene el casillero a cero), con el que ha escalado hasta lo más alto del tablón de récords del fútbol mundial. Sin embargo, es complicado encontrar una mala cara (al margen de las que presentan los jugadores tras cada varapalo) dentro de un club que compite por primera vez en el fútbol de élite italiano.

Hasta el último partido de los stregoni (brujos en italiano), el Manchester United ostentaba el dudoso honor de haber sido el único equipo en completar con un pleno de derrotas sus doce primeros encuentros de liga. Ocurrió en la temporada 1930-1931 bajo las órdenes de Herbert Bamlett, un periodo en el que a los red devils se les consideraba un club Yo-Yo, por acumular ascensos y descensos de categoría de forma continua. En Italia, la peor racha de derrotas, hasta la llegada del Benevento, era propiedad del Venezia, con ocho pérdidas consecutivas en el arranque del curso 1949-1950. En Francia, sin embargo, el Grenoble marcaba el tope con once batacazos continuados en la liga 2009-2010.

Si bien el escenario auguraba un tropiezo contundente ante la Juventus, el Benevento pareció rebelarse contra los pronósticos al ponerse por delante en el marcador por medio de Ciciretti en la primera mitad y llegar al descanso con ventaja. Sin embargo, Higuaín y Cuadrado consumaron la remontada en el segundo capítulo y certificaron la décima victoria de la Vecchia Signora, que se mantiene en segunda posición con 31 puntos, por detrás del Nápoles (32).

"Nosotros no tenemos a Higuaín, pero sí jugadores con mucho corazón", advirtió Oreste Vigorito, el presidente del Benevento, antes de que su equipo debutase en la máxima categoría del fútbol italiano. Una circunstancia que se produce por primera vez en los 88 años de historia de un club que ha sufrido tres refundaciones a lo largo de su existencia. Uno de los artífices del ascenso a la Serie A es precisamente este mandatario napolitano nacido en Herculano, una antigua ciudad romana de la región de la Campania, al sur de Italia, en 1954, licenciado en Derecho y Filosofía, dueño de una de las mayores empresas de energía eólica del país. Bajo su supervisión el club ascendió desde la Serie C (tercera división italiana) hasta la categoría reina en apenas dos años, un hito para un club que en 1989 militaba en las categorías regionales del fútbol italiano.

Con el cajón de puntos todavía por estrenar, el siguiente récord negativo que se presenta en el horizonte del Benevento tiene que ver con concluir el campeonato con la puntuación más baja de su historia. Un hito en posesión del Treviso, que culminó con tan solo 21 la temporada 2005-2006, el puntaje más bajo en Italia desde que 20 equipos compiten en la Serie A. El objetivo de evitarlo corre a cargo de Roberto De Zerbi, que sustituyó a Marco Baroni tras la novena derrota, sin que de momento se advierta el cambio de la mano de un técnico con apenas dos meses de experiencia en la máxima categoría (entrenó al Palermo entre septiembre y noviembre de 2016). Y es que aunque la felicidad por llegar a lo más alto se mantenga, encadenar semejante racha acaba con el mayor de los optimismos. Y a eso no hay forma de darle la vuelta.