El gran atasco de los Cavaliers de LeBron James
Cleveland, favorito a disputar la cuarta final consecutiva con Golden State, suma cuatro derrotas seguidas y concluyentes
Los Cavaliers no levantan cabeza. LeBron James mira atrás, a sus 14 temporadas anteriores, y no ve una racha semejante. Son cuatro derrotas seguidas, cinco en los ocho primeros partidos. Esto no ha hecho más que comenzar, pero pinta mal para el equipo de Ohio. Su nivel de juego ha caído en picado. Nada hace recordar al que disputó las tres últimas finales con Golden State y ganó el anillo en 2016. Sus derrotas, excepto ante Brooklyn, han sido concluyentes: por 21 puntos ante Orlando, por 22 ante Nueva Orleans, por 19 ante Nueva York y por 17 ante Indiana. Los resultados delatan la extrema vulnerabilidad de un equipo que repetía como favorito para ganar la Conferencia Este según la encuesta anual entre los directores deportivos de las 30 franquicias de la NBA.
“El equipo está tocado. Todo es difícil para nosotros en este momento. No somos capaces de jugar a nuestro nivel durante 48 minutos”, señaló LeBron tras el encuentro ante los Pacers. Esa última derrota (107-124) sobrevino después de que los jugadores y los miembros del cuadro técnico del equipo mantuvieran una reunión con el objetivo de analizar su situación y buscar soluciones a los problemas que lastran su juego. “Fue útil, la necesitábamos. Ahora sabemos lo que tenemos que hacer”, explicó LeBron. Pese a la abultada derrota ante los Pacers, James considera que el juego de su equipo mejoró.
Resulta difícil explicar el desplome del equipo. Tal vez lo que sucedió el 24 de julio ha tenido un efecto más devastador del que se presumía. Ese día, Kyrie Irving vino a hacer un Neymar. No deseaba jugar más junto a LeBron. Prefería ser el epicentro ofensivo de otro equipo. Irving, número uno del draft de 2011, había dirigido a los Cavaliers desde su posición de base y había promediado 21,8 puntos y 5,6 asistencias durante seis temporadas.
La peor pretemporada
En agosto se concretó su fichaje por los Celtics, en un canje en el que los Cavs recibieron a cambio a otro de los grandes bases de la NBA, Isaiah Thomas, all star los dos últimos años, además de Jae Crowder y Ante Zizic. La plantilla perdió piezas como Dahntay Jones, James Jones, Deron Williams y Derrick Williams, pero se reforzó con otro fichaje de relumbrón, el de Dwyane Wade (Miami), además de jugadores interesantes como Jeff Green (Orlando), Derrick Rose (Nueva York) y José Manuel Calderón.
El refuerzo de Wade, que a sus 35 años da prioridad a ganar otro anillo como hizo dos veces junto a Lebron en Miami, planteó el debate de quién debía ser el escolta titular. El entrenador, Tyronn Lue, relegó a JR Smith, en el quinteto titular los tres últimos cursos, y dio mando en plaza a Wade. La apuesta duró tres partidos.
Otro problema es que Isaiah Thomas llegó a Cleveland lesionado en una cadera y no debutará hasta enero. Shumpert se lesionó el 29 de octubre y ante los Pacers tuvo que dejar la cancha Tristan Thompson, lastimado en la pantorrilla. El equipo no se ha encontrado a gusto en la cancha y Tyronn Lue ha probado incluso con LeBron James en la posición de base.
Recuperado Rose, vuelve a ser él quien ocupa una posición en la que Calderón apenas ha contado ya que solo ha jugado una media de seis minutos. LeBron lamenta que su pretemporada haya sido la peor de su carrera debido a una lesión. La plantilla, con ocho novedades, no ha podido asentar el estilo del juego. Los Cavs destacaron las últimas temporadas por su acierto en los triples; ahora, con un 33%, ocupa la 24ª posición del campeonato y en un nivel parecido se encuentra en rebotes ofensivos, balones perdidos y aún peor en balones recuperados. La mediocridad atenaza a los Cavaliers, el equipo de LeBron.
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