Tres puntos de oro del Sevilla ante el Spartak
Partidazo de los andaluces, que sufrieron más de lo debido después de jugar los mejores minutos del curso
Buen partido del Sevilla, que vuelve a depender de sí mismo para estar en los octavos de final de la Liga de Campeones, algo que logrará si derrota al Liverpool en Nervión en la próxima jornada. El conjunto andaluz recobró durante 75 minutos el juego y las sensaciones que le llevaron la pasada temporada a disfrutar de la máxima competición continental. Luego sufrió durante un cuarto de hora ante el empuje de un Spartak muy físico que no se rindió jamás y que dio muestras de una prodigiosa eficacia. Tiró dos veces a puerta e hizo un gol. Hasta la llegada de ese tanto de Zé Luis, que condujo a la zozobra, el Sevilla cuajó un partido más que aceptable, con tres jugadores, N'Zonzi, Sarabia y Banega, rindiendo a un nivel excelente, digno de la fascinante competición que disputan.
Las lesiones en el tramo final del choque de Sarabia y Banega llevaron la inquietud a la mente de unos jugadores que, hasta ese cuarto de hora final, habían sido muy superiores a su rival. Como en la ida, Ben Yedder tuvo la oportunidad de hacer el gol que disipara todos los nervios. Como en Moscú, Kombarov sacó bajo palos y el Spartak tuvo arrestos, ante un Sevilla mermado, para buscar el empate. No llegó porque los de Berizzo se defendieron con cierto orden y enfriaron un choque que debieron haber cerrado antes, cuando Banega y N'Zonzi volaban para romper las líneas del Spartak. Fue el propio Banega el que hizo un gol espectacular. Su recorte y el disparo con la zurda desde el borde del área recordaron a las acciones de su compatriota Messi. El Sevilla, ahora, es segundo de grupo en espera de recibir al líder, el Liverpool, en un choque se antoja vital para el desenlace de este grupo E. Si los andaluces vencen, estarán ya clasificados para los octavos.
Esta vez no hubo rotaciones. Tampoco despistes. El Sevilla encaró su primer partido importante de la temporada con altísimas dosis de seriedad y concentración, cualidades necesarias en la élite. También con talento y presión, con ganas de revancha ante un Spartak que dejó tantas dudas en las cabezas de los jugadores del Sevilla en una fatídica noche moscovita. Algo cambió en el rostro de esos futbolistas, que por primera vez a lo largo de la temporada reflejó maldad, ambición y fe en dosis estratosféricas. El fútbol lo puso N'Zonzi, dominador del espacio y el balón, señor de la presión adelantada a un ritmo majestuoso. Incluso con ese nuevo traje le costó al Sevilla. Esencialmente porque disparó dos veces con peligro en los primeros 10 minutos y luego se encontró con un bosque de piernas rusas.
El Spartak, físico y rocoso, solo se vio doblegado a balón parado en un buen córner de Banega que remató Lenglet, un defensa en plena progresión. El Sevilla ganaba ofreciendo una buena imagen, jugando los mejores minutos del curso. Solo lo corto del resultado albergaba esperanzas a un Spartak que en Moscú demostró una gran eficacia. También en Sevilla. De hecho, su único tiro a puerta en la primera mitad fue una gran falta de Fernando. Rico hizo un paradón para evitar el empate.
Golazo de Banega
Sevilla comenzó muy bien la segunda parte. El equipo ha crecido con el doble pivote Pizarro-N'Zonzi, con el francés más descolgado en ataque, y fue Nolito el que tuvo la oportunidad de cerrar el choque. Le falta un punto de eficacia al internacional español, el que sí tuvo Banega para dibujar una obra de arte y hacer el segundo gol. Un tanto a la altura de la competición que disputa el Sevilla, que, sin embargo, tuvo que nadar mucho en el tramo final. El motivo se debió a la ausencia de eficacia para hacer el tercer gol y las lesiones de Sarabia y Banega, que dieron paso a los nervios porque el equipo perdió a sus referentes.
N'Zonzi no tuvo ya a nadie con quien asociarse y el Spartak recortó distancias en su único tiro a puerta de la segunda mitad. Los rusos, muy competitivos de la mano de su técnico Carrera, buscaron el empate hasta el final. Al Sevilla le faltó tranquilidad para tener el balón, pero su defensa estuvo firme a pesar de la nueva lesión de Mercado. Como conclusión, tres puntos de oro para los andaluces, que enderezaron su camino en la Liga de Campeones después de la debacle de Moscú. Con futbolistas de la talla de Banega, N'zonzi o Sarabia siempre es mucho más fácil.
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