Raúl García y Kepa salvan al Athletic

Que Kepa fuese el mejor del partido dice mucho de la actuación del Athletic en Formentera. Aunque suene raro, el equipo de Primera puede dar por bueno el empate final (1-1) porque hizo méritos para salir peor parado de la isla balear y seguir agrandando el mal momento en el que vive. Ziganda tuvo que tirar de Kepa desde el inicio y de Raúl García en la segunda parte, y ambos jugadores solventaron la papeleta y evitaron una situación más que incómoda para el técnico navarro.

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El Formentera se ha acostumbrado a la Copa. Ya el año pasado, cuando estaba en Tercera, se plantó en esta misma ronda y, aunque fue goleado por el Sevilla, logró un impulso de moral para lograr el ascenso a Segunda B. Este curso, ya con más experiencia, se lo puso mucho más difícil al Athletic.

Quizá los de Ziganda tardaron en adaptarse al césped artificial, o estaban confundidos por las rayas de los campos de fútbol 7 que atravesaban el verde; pero el Athletic tardó tanto en aparecer que el Formentera se vino arriba. A la lógica ilusión de jugar contra un Primera se sumó la posibilidad más que real de hacer algo histórico. Porque pasaban los minutos y el equipo vasco ni inquietaba al portero Contreras, básicamente porque casi no pisaba el área.

El Athletic era incapaz de hilar dos pases. La presión hiperactiva del equipo balear ayudaba a la imprecisión general, pero los jugadores vascos fallaban en controles fáciles o envíos sencillos en horizontal. El peligro que se veía era del Formentera, que se encontró con Kepa en todas las acciones finales. El joven meta tuvo que sacar una gran mano ante un remate de cabeza de Antonio Sánchez para evitar un gol casi hecho.

En la segunda parte la efervescencia de los locales bajó un poco, pero aun así generaban más peligro que su rival. Bastaba un robo en el medio del campo y una combinación rápida para que el Athletic sufriera. Y más sufrió cuando en el minuto 60 la defensa rojiblanca —ayer de azul— fue incapaz de despejar un balón colgado en una falta lateral y el rechace le cayó a Liñán, que fusiló a Kepa. Con el drama en ciernes, Ziganda tiró de Raúl García y este correspondió con un gol que evita un sofoco en Bilbao.

Peor parado salió el Villarreal de Ponferrada. Un golazo de falta de Cidoncha dio el triunfo al cuadro del Bierzo (1-0), que aguantó el asedio amarillo toda la segunda parte. Ni el aluvión de saques de esquina ni el monopolio del balón de su rival tumbaron a una Ponferradina que se encuentra con posibilidades serias de pasar.

A Valladolid llegó un Leganés que sigue con su racha también en la Copa (1-2). El encuentro resultó atractivo, cada uno con su estilo. El mayor ímpetu atacante de los locales chocó con el engranaje defensivo del cuadro madrileño, que pese a estar plagado de suplentes superó un duelo complicado con una jugosa ventaja para la vuelta. Cuando el partido parecía que acababa con un justo empate, apareció Beauvue para matar a la contra, como el domingo ante el Athletic.