Atlético, otra final en Bakú
Con las dudas de Griezmann, con fiebre, y Koke, tocado, el equipo de Simeone necesita ganar al Qarabag para seguir aspirando a la segunda fase de la Champions
El exterior del estadio Olímpico de Bakú es una circunferencia luminosa que plasma exclusivos anuncios publicitarios por toda su fachada. En el interior, sobre el tartán de la pista de atletismo, los jugadores del Atlético, concentrados bajo la atenta mirada del Profe Orfega, hacían retumbar sus pisadas acompasadas sobre dos colchonetas. La cercanía de la prensa, a un par de metros de donde se ejecutaban los ejercicios, molestó al cuerpo técnico y al gerente Clemente Villaverde, que ordenó una a los emisarios de UEFA que pusieran una mayor distancia con la prensa gráfica y las cámaras de televisión. A la trascendencia del encuentro, se añadió la ausencia de Antoinne Griezmann, con un proceso febril y que Koke tuviera que ejercitarse al margen del grupo.
La tensión se palpa en un grupo que va de final en final. Si en la Liga los empates con el Girona y el Leganés llevan al equipo con el gancho para no perder demasiado hilo con la cabeza, en Europa, el empate en Roma (0-0) y la derrota con el Chelsea (1-2) obligan a ganar en Bakú. Es una final nos jugamos muchos más que tres puntos y lo único que nos vale es ganar”, admite Saúl. “Esta presión que tenemos ahora nos la hemos añadido nosotros con esos resultados. Será vital saber llevar esa presión, debemos tener un inicio que nos permita ponernos por delante”, abunda el volante.
Una derrota e incluso un empate pondrían el proyecto de esta temporada en solfa. Con casi medio pie fuera de la Champions en el caso de un traspié, el Atlético estaría obligado a ganar los tres partidos de la segunda vuelta y no tendría garantizado el pase a los octavos de final. “Iremos a por el partido desde el principio”, anuncia Simeone ante esa necesidad imperiosa de ganar. Por encima de los resultados, el entrenador lanzó un mensaje de confianza en los suyos. “Estamos vivos en todas las competiciones, cuenta que seguimos compitiendo bien y que sabemos cuál es el camino”, advirtió el técnico. “El equipo está muy bien, viene de hacer un partido muy bueno con el Barcelona, hasta el minuto 82 teníamos el 1-0 contra un equipo que venía de ganarlo todo en casa y fuera. Humildemente, creo que estamos bien”.
El estado del Atlético se testará un estadio con cerca de 70.000 aficionados que pagará precios por sus localidades que oscilan entre un euro, las más baratas, y 25 las más caras. El coliseo de Bakú compitió con el Wanda Metropolitano por albergar la final de la Champions de 2019. En el primer partido de la historia del Qarabag en Champions como local, la Roma lo pasó mal. Tras adelantarse 0-2 en el inicio del encuentro, pasó después un mal trago, sometido a un equipo que quiere la pelota. “Tenemos la experiencia del epate en Astana y de lo que nos costó ganar en Rostov. Lo hemos visto en las eliminatorias para el Mundial en América y Europa, el que el aparenta ser más débil termina siendo más fuerte y el que se cree más fuerte luego no lo es tanto” avisa Simeone.
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