Islandia busca un hito Mundial

En el verano de 2016 un éxtasis futbolístico desconocido sacudió Islandia. La tranquila isla del Atlántico norte se paró para ver cómo su selección participaba en su primera Eurocopa y alcanzaba los cuartos de final tras eliminar a Inglaterra. Parecía un hito irrepetible para un país acostumbrado a vivir en el tercer mundo balompédico, pero hoy puede poner una nueva marca en su tabla de logros. A Islandia le basta con ganar a la débil Kosovo en Reikiavik (20.45, Movistar Fútbol) para meterse en su primer Mundial y convertirse en la nación menos poblada (338.000 habitantes) que ha participado en el mayor torneo futbolístico.

El logro del año pasado tuvo un enorme valor, pero clasificarse para la Euro era más fácil que hacerlo para el Mundial. Para hacerlo de forma directa, Islandia necesita finalizar primera de un grupo con Croacia, Ucrania, Turquía o Finlandia. En junio el primer puesto parecía asegurado para Croacia, pero los balcánicos cayeron en Reikiavik y posteriormente encadenaron varios tropiezos que hacen peligrar el segundo puesto del grupo I. Modric, Rakitic y compañía visitan hoy Ucrania con la obligación de por lo menos no perder para estar en la repesca de noviembre, aunque dependiendo de lo que pase en los otros grupos, los croatas podrían ser el peor segundo si solo sacan un punto. El partido de Kiev llega en medio de un polvorín tras el empate con Finlandia que le costó el puesto al seleccionador. Sin opciones está Turquía, que fue apalizada en su feudo por Islandia en el último partido.

El segundo clasificado del día saldrá del grupo D. Serbia es la única que depende de sí misma, le vale con ganar a Georgia en casa para volver a un Mundial, un reto aparentemente sencillo, pero a los balcánicos les tembló el pulso el viernes cuando perdieron en Austria un partido que les hubiese llevado al Mundial matemáticamente.

Los serbios podrían incluso perder si Gales e Irlanda empatan en su duelo de Cardiff. Los británicos buscan su primera Copa del Mundo desde 1958, y lo hacen sin su máxima referencia, Gareth Bale. A los galeses les sirve el empate para ser al menos segundos y jugarse el pase en la repesca dentro de un mes con, aparentemente, Bale sobre el campo; pero, al igual que Croacia, corre peligro de ser el peor segundo y quedarse fuera. Los irlandeses necesitan la victoria de manera imperiosa ante un equipo que no ha perdido en toda la fase clasificatoria.