Carlos Sainz correrá ya con Renault el próximo GP de EEUU el 22 de octubre

La de este domingo en Suzuka será la última carrera de Carlos Sainz como piloto de Toro Rosso. Dentro de dos semanas, el corredor, de 23 años, debutará en Austin al volante de un Renault, el que será su monoplaza la próxima temporada, y con Nico Hulkenberg, que le acompañará al otro lado del taller también en 2018. De esta forma, Sainz pondrá un punto y aparte a su relación con Red Bull, a la espera de saber si la compañía del búfalo rojo le repescará en 2019 para que corra con su primer equipo.

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El coche con el que competirá Sainz en Estados Unidos será el que hasta ahora había pilotado el británico Jolyon Palmer, que no puntuó hasta el último Gran Premio de Singapur, precisamente cuando Renault anunció la incorporación del hijo del bicampeón del mundo de rallies (1990 y 1992) con vistas al curso que viene. Por otro lado, el bólido que ha llevado el nombre de Sainz estos últimos tres años pasará a manos de Daniil Kvyat, a quien Red Bull volvió a dejar sin asiento ya en Malasia, donde el piloto ruso fue sustituido por el francés Pierre Gasly.

Se cierra de esta forma uno de los culebrones del verano, una vez que Palmer ha aceptado la indemnización que el constructor francés le ha ofrecido para rescindir el contrato que unía ambas partes hasta el 31 de diciembre. De hecho, Renault esperaba poder llegar a un acuerdo con el británico ya en Malasia, pero las demandas económicas de Palmer retrasaron más de lo previsto la entrada en escena del madrileño.

“Antes de nada me gustaría agradecer a Toro Rosso y a Red Bull que me permitan terminar la temporada con Renault. Más específicamente, me gustaría darles las gracias a mis mecánicos e ingenieros por el tremendo apoyo que me han mostrado en todos estos años”, declara Sainz en la nota oficial mandada este sábado por la tarde. “Disputar estas últimas cuatro carreras con Renault me permitirá conocer la escudería y el coche antes de lo esperado”, añade. Con él y Hulkenberg, la marca del rombo espera asegurar la séptima plaza del campeonato del mundo de constructores, y quién sabe si optar a meter presión a Toro Rosso, que dispone de diez puntos más en las estadísticas.