_
_
_
_
Champions League - Grupo h - jornada 2
B. Dortmund
B. Dortmund
0 0
Finalizado
Real Madrid
Real Madrid

El Madrid derrota al Dortmund y se enfila en Europa

Los madridistas ganan por primera vez en el campo del Borussia tras un partido bien administrado por los de Zidane con Bale y Cristiano como goleadores y Carvajal como primera solución

Cristiano marca el tercer gol del Madrid. En vídeo, declaraciones de Zinedine Zidane y Peter Bosz, entrenadores del Real Madrid y Borussia Dortmund.Vídeo: Martin Meissner
José Sámano

Con la Copa de Europa por el medio nunca hay un antes para el Madrid, que se cocina en el torneo como nadie. Lo mismo dan sus antecedentes inmediatos. Llega la Champions y el Madrid suele ser un trueno. Frente al telonero Apoel o ante el casi siempre primaveral Borussia, un hueso contra el que nunca había podido en su feudo. Pero así es el Madrid, crecido en las grandes cumbres continentales, con CR con el mazo a punto y esta vez con Bale siendo Bale, no lo que no es. Suficiente para resolver un duelo de altura. De aquellos que miden a este Madrid, no el que bachea por el Bernabéu. Europa es otra cosa.

De entrada, Carvajal puso el hilo. En el primer acto nadie tuvo más impacto en el juego que el madrileño, al que su falsa imagen elemental no le prioriza en los cromos. Pero hoy, no hay en el universo un par de competentes en su puesto que le resistan. Estupendo como cierre, está en la línea de salida del juego y el Madrid, ausente Marcelo, no tiene mejor extremo. Carvajal es un todo para todo. Conoce el oficio, y ante cualquier problema, Carvajal.

En Dortmund, primero frenó a Philipp, uno de esos extremos con turbo que superproduce el Borussia y luego estiró al Madrid. Antes de asistir a Bale se ofuscó en un remate que demandaba un mensaje a CR o al galés, en la sala de espera del gol. Pero Carvajal no es de los que repiten errores. A la segunda citó a Bale al borde del área y el británico aparcó la pelota en la red con un toque sutil. Cosas de Bale, con más golazos que goles, con más jugadas que juego.

El tanto de Bale consumó el mayor empaque del Madrid frente a un adversario con costurones cuando le quitan de vista el balón. Con Peter Bosz, evangelista del cruyffismo, el Dortmund parecía haberse acurrucado mejor en defensa, al menos en su paso por la Bundesliga, donde solo ha recibido un gol, pero en la Copa de Europa se requiere mayor intendencia. Frente al campeón se le vio descamisado, por más que reclamara con todo el derecho del mundo un penalti de Sergio Ramos, que palmeó con los brazos en molinillo un despeje de Keylor. Paradójico. Desde que el fútbol es fútbol las manos están censuradas, pero no hay árbitro que se aclare y los embrollos se suceden.

Paquidérmico sin la pelota, el Borussia quedó a merced del tutelaje del Madrid, abanicado por Modric y despegado por Carvajal. Al equipo de Zidane no le hizo falta ser abrasivo. Le bastó con gestionar el duelo, con administrar el juego. Evitó el oleaje de su rival, tan propenso a las ráfagas, y le golpeó a la mandíbula con lo mejor que tiene: Bale y Cristiano, Cristiano y Bale. Al golazo florido del de Cardiff le sucedió un toque de billar de CR. La jugada definió a Bale por enésima vez. Kroos, capitán general, le enfiló en carrera por la izquierda, donde suele irrumpir el mejor Bale, aunque nadie se lo haga ver. El 11 exploró la posición de su camarada portugués como ariete y le puso rumbo al gol. No falló el luso, que para eso es CR. En Dortmund, puntero ofensivo, más puntual que participativo. Y a su lado, Bale, con motivos para brindar, como suele cuando de vez en cuando asume que es Bale —que ya es mucho— no un segundo Cristiano.

No es el Borussia un conjunto que se abrume con facilidad. Tiene metabolizado hasta el hueso su papel de equipo revoltoso en Europa y ni siquiera su fogosa hinchada le exige un pedestal del que le bajan cada verano el Bayern y otros multimillonarios carpantas del fútbol europeo. Con 0-2, Aubameyang, al que ha mantenido con el gancho en la plantilla, le devolvió al partido con una descarga de nueve puro, una anticipación a Sergio Ramos. Un gol para medir de nuevo al Madrid, y más en el cráter de Dortmund, donde no había descorchado un triunfo en sus seis visitas anteriores. Con el Borussia de vuelta al partido, el Madrid tuvo la mejor respuesta posible de su mejor actor. Modric puso en liza a CR y éste descerrajó a Bürki, meta local, con una estocada al lado más protegido por el portero suizo. Cristiano a lo Cristiano, de gol en gol y dale que dale. Por si acaso, él afeitó al cuadro alemán, ya rendido en el tramo final. Y solo un guiño negativo para el madridismo. En su mejor día del curso, también Bale tuvo en vilo a los suyos y se fue acalambrado. Por fortuna para el Madrid, el choque estaba despejado. Veremos si en Dortmund cogió pista para Chamartín.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_