Villarreal y Espanyol equilibran sus fuerzas (0-0)

Villarreal y Espanyol se anularon en el Estadio de la Cerámica en un encuentro intenso, disputado, de alternativas, que concluyó con el resultado inicial que reflejó la igualdad en el terreno de juego durante los 93 minutos que duró el choque entre dos equipos bien estructurados y dirigidos por dos entrenadores con un patrón similar, que se conocen, que trabajaron juntos y que ya no se hablan.

Solo el tramo final del partido tuvo color amarillo, con el Espanyol conforme con el punto trabajado y conseguido con esfuerzo y orden, sereno Pau López bajo los palos. El conjunto de Quique Sánchez Flores tuvo presencia y esencia para desvirtuar al Villarreal, que encontró demasiadas trampas en el camino y que no supo cómo deshacer el nudo perico.

No tocar lo que funciona. A pesar de la carga de partidos, Quique Sánchez Flores repitió el once que le dio la primera victoria en la Liga ante el Celta tres días atrás. Lo mismo pensó Fran Escribá para su Villarreal con la única novedad de la presencia de Cheryshev en el equipo titular con respecto al encuentro frente al Alavés en Mendizorroza. Después de siete años trabajando juntos, la ruptura de la relación laboral entre Sánchez Flores y Escribá supuso también el distanciamiento y el fin de la amistad entre ambos técnicos. Ni se saludaron ni al comienzo ni al final del partido.

Atemperó el Villarreal el ánimo inicial del Espanyol, reclamando los amarillos un más que aparente penalti de Mario Hermoso que zancadilleo a Castillejo en el área perica. El extremo malagueño resultó ser una vez más el dinamizador del ataque castellonense. Gobernaba el Villarreal por momentos y replicaba el Espanyol, que pudo adelantarse en el marcador tras un saque de esquina rematado de cabeza por Mario Hermoso al que respondió con agilidad Barbosa. El portero argentino está supliendo con garantías las ausencias de Asenjo y Andrés Fernández.

El Espanyol sacaba más provecho la alternancia de poder en el centro del campo, más dúctil en la elaboración a partir de Darder, y picante en el ataque con la movilidad Baptistao, Jurado y Piatti. Con más atropello llegaba el Villarreal al área de Pau López, aliviado el portero perico tras un disparo de Trigueros desde 40 metros de distancia al que le faltaron escasos centímetros para ser gol. También lo tuvo Bakambu y Castillejo antes de finalizar un primer acto abierto e incierto.

Ya en la segunda mitad, el repliegue del Espanyol anulaba espacios al Villarreal, que no encontraba cadencia y ritmo en ataque, poco fluida también la ofensiva del equipo de Sánchez Flores, con Gerard Moreno como principal problema para la defensa amarilla. En el último tercio del encuentro el Villarreal dio un paso adelante obligando al Espanyol a arropar a Pau López, que evitó con reflejos un disparo cercano de Bakambu. Los cambios surtieron más efecto en el Villarreal cuyo arreón final se quedó corto para derrotar a un Espanyol que dio por bueno el empate.