Paulinho encauza su reconciliación

Hasta los rumores sobre su fichaje, cuando su nombre apareció junto al de tantos otros a lo largo del verano, fueron mal recibidos por una parte de los aficionados del Barcelona. No entendían como un jugador que había decidido emigrar a China, una liga menor en la que varan últimamente todos aquellos que ya han dado por concluida su trayectoria en el fútbol de competición, podía ser el remedio para un centro del campo necesitado de una recomposición. Paulinho, uno de esos jugadores similares a los que Brasil fabricó durante décadas siguiendo el patrón de los Duda o Mauro Silva, y que no había triunfado -más bien todo lo contrario-, en el Tottenham inglés, no parecía encajar con la filosofía de toque y defensa posicional que el Barcelona trataba de rescatar. Su llegada no parecía solucionar la descomposición de un centro del campo influenciado por la presencia de un tridente que además debía renovarse. Pero a pesar de esa aparente oposición social, el Barcelona decidió apostar por él -40 millones de euros por un futbolista de 29 años bien vale un envite- y el jugador ha empezado a responder.

Mi característica es aparecer por detrás, como la de Rakitic"

Paulinho marcó su primer tanto como azulgrana ante el Getafe, un gol que entregaba la victoria a un Barcelona destemplado, poco afinado en ataque, después de haber saltado al campo a falta de 20 minutos para el final como recambio de Rakitic. Lo hizo con un disparo cruzado desde dentro del área en la primera ocasión en la que entró en el territorio de Guaita. Resolvió la jugada como minutos antes lo había hecho Denis Suárez, la otra cara de un centro del campo inédito hasta el momento. El resultado de su disparo fueron los gritos de los aficionados azulgrana desplazados hasta el Coliseum Alfonso Pérez, en una imagen que aparentó romper con las desconfianzas del pasado. "Estoy muy feliz por haber marcado el gol de la victoria. Por la circunstancia del partido se festejó el gol con fuerza. Mi característica es aparecer por atrás, como también es la de Rakitic. El partido fue difícil porque el Getafe tiene buenos jugadores, pero tuvimos paciencia para manejar el duelo”, aseguró el jugador.

Los goles de Paulinho y Denis anularon la espectacular volea de Shibasaki. El japonés, de 25 años, terminó con la imbatibilidad del Barcelona esta temporada en Liga y Champions, con un tanto más propio de su álter ego, Óliver Atom, el protagonista de la serie de dibujos animados Campeones, como también es conocido entre los aficionados de su nuevo equipo. Su gol quedará en la historia por tratarse del único jugador japonés hasta el momento que ha marcado a Barcelona y Real Madrid en partido oficial, y por haberse producido en el día en el que Dembélé debutó como titular en liga con el Barcelona. El francés apenas aguantó 25 minutos sobre el campo después de producirse una lesión en los isquiotibiales del muslo izquierdo, según adelantaron los servicios médicos del Barcelona tras una primera exploración. Dembélé lanzó un caño que buscaba a Suárez, pero la maniobra terminó de la peor forma. “Esperamos que esté fuera el menor tiempo posible”, se lamentó Valverde.