Lopetegui: “España es un equipo previsible; nos gusta ser previsibles”

El primer campo del complejo de Las Rozas luce desde hace una semana una magnífica pantalla de lona verde de camuflaje sostenida por postes de 20 metros de altura en su extremo norte. La estructura obedece a la intención táctica de ocultar información al adversario. El gigantesco biombo impide que los entrenamientos de España de vean desde la pista forestal que recorre el monte que linda con las instalaciones de la federación, un lugar frecuentado por runners lo mismo que por amas de casa paseando al perro o espías.

España no ahorra en precauciones para enfrentar a Italia en el Bernabéu, este sábado, en el partido más complicado de lo que queda de fase de clasificación del Mundial de 2018. La principal incógnita, aquello que la pantalla oculta celosamente, es la conformación del ataque que disponga el seleccionador, Julen Lopetegui: Villa en punta, Morata como nueve de referencia, o Asensio como falso nueve. O los tres sistemas sucesivamente.

“No ha habido excesivo secretismo", dijo Lopetegui, negando que la instalación de la pantalla obedeciera a la alarma que le inspira Italia. "Nada diferente a otras semanas de trabajo. Hemos intentado ser normales y naturales en nuestra preparación. No habrá grandes sorpresas. Nosotros somos bastante predecibles en todo los momentos del juego y además queremos serlo. Confiamos en nuestras virtudes y vamos a intentar potenciarlas hasta el fin y creer en ellas. Y luego dependerá de cómo juegue el rival: con cinco, con cuatro, con Insigne, con Ca ndreva… Depende. Eso es una cuestión de partido. No ha habido un ocultamiento especial, aunque tampoco haré pública la alineación, lógicamente”.

"Italia hará cambios respecto al partido de hace un año", dijo el técnico, "y debemos estar preparados porque no es lo mismo enfrenar una defensa de tres centrales que una de dos".

Lopetegui pareció hacer referencia a la lesión de Giorgio Chiellini en el último entrenamiento con Italia. La baja del pisano es un percance que en el momento en que se produjo la conferencia de prensa, mediodía en Madrid, la mayoría de la audiencia ignoraba. Sin Chiellini, Italia pierde al marcador central más contundente, un pilar fundamental en su esquema de 5-3-2. No se trata de un mero detalle y la variante que suceda puede condicionar profundamente el partido.

Le preguntaron al seleccionador por el recibimiento que espera del público del Bernabéu, a raíz de las pitadas que ha sufrido Piqué en los últimos partidos de España de local. “Estamos tremendamente ilusionados con la reacción que va a tener el Bernabéu", dijo, "que será la de apoyarnos y trasmitirnos la energía que vamos a necesitar durante muchas fases del juego en las que lógicamente el público nos tendrá que ayudar. Y habrá momentos así porque Italia es un grandísimo equipo. Nada más. Estamos convencidos de que será así. Y no nos preocupa más”.

Sergio Ramos, capitán y anfitrión en Chamartín, secundó a su entrenador en el análisis y en la expectativa. “Italia", dijo el central, "siempre se ha caracterizado por tener una grandísima selección, no solo a nivel defensivo. Es cierto que siempre ha destacado su manera de defender porque han sido muy contundentes y muy expertos y eso les ha ayudado a sacar ventajas. Pero también tienen mucha calidad arriba y debemos ser conscientes de que mañana sábado hay un Mundial en juego ante una grandísima selección".

"Dentro de lo complicado", prosiguió, "jugamos en casa; en un escenario único como el Bernabéu, que es un campo que impone respeto y del que esperamos el máximo apoyo y cariño. Creo que será un día especial. Intentaremos implantar nuestro criterio y nuestra filosofía que es lo que nos ha llevado al éxito”.

"Criterio" y "filosofía" que, como señaló Lopetegui, en España son predecibles. Acumulación de jugadores con gran dominio del juego interior en todo el frente de ataque y en el medio campo, asociaciones rápidas y elaboración intensiva. Una marca registrada desde 2008.