La tecnología española que quiere revolucionar el surf
Investigadores gallegos desarrollan una aplicación de telemetría que plantea una gran cambio en un deporte que será olímpico en Tokyo
A veces las revoluciones se forjan ante unas cañas de cerveza. En una de esas se encontraron Miguel Galeiras, director del Pull&Bear Pantín Classic, campeonato de surf que se celebra en un arenal al norte de la provincia de A Coruña y que es una prueba referencial a nivel mundial, y Santiago Rodríguez Charlón, ingeniero y directivo del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG). De una charla informal brotó una inquietud que derivó en una solución que lleva al surf a cabalgar sobre la ola de la tecnología. Charlón es un habitual de las costas ferrolanas con su tabla, pero cuando se quita el neopreno dirige una línea de trabajo que se vincula a la realización de plataformas que monitorizan consumos energéticos en industrias o condiciones ambientales en edificios. “Y fue en una conversación informal”, confirma. “Hablábamos de lo interesante que sería poder medir los giros o la velocidad de los surfistas en el agua porque en los grandes eventos se estaba demandando algo así. Me di cuenta de que el conocimiento que aplicábamos en mi día a día podía trasladarse a mi deporte favorito”. De la idea se ha pasado a la realidad, de manera que la telemetría llega al surf en la Pantín Classic, que se celebra desde el 29 de agosto al 3 de septiembre en Valdoviño, cerca de Ferrol. Será la primera prueba de la World Surf League, algo así como el circuito ATP en el tenis, en la que se estará a disposición de los participantes.
“Una cosa son las sensaciones y otra los números y estos a veces te sorprenden”, matiza Vicente Romero, un surfista hispano-brasileño que ya ha estado entre los cien primeros del mundo. Ha probado el dispositivo, que cabe en la palma de la mano y se adhiere a la parte delantera de la tabla para emitir información sobre todos sus movimientos. “Nos va a ayudar mucho, no solo en la competición sino también en los entrenamientos porque me ha dado bastante información a la hora de probar diferentes tablas”, explica. Ricardo Bilbao, entrenador profesional de surf incide en ello: “Nos facilitará el diseño de programas de trabajo y la corrección de errores”. Los datos que se trasladan a los monitores aluden a la fuerza que se imprime a la tabla, la velocidad en cada maniobra o el ángulo de giro. Se trata de aspectos que valoran los jurados de las pruebas, que también reparan en eso que se conoce como flow, que todo fluya, para emitir sus puntuaciones. “El estilo no se puede medir”, apunta Charlón desde el centro tecnológico ITG. Todavía. Pero los datos servirán para establecer comparaciones y convertir el surf en un espectáculo no ya visual sino medible y hasta discutible para quienes se quieran acercar a él. Y pueden llegar convertirse en una herramienta incluso para los jueces. “Estamos ante un camino que debemos seguir. Poder medir lo que se hace en el agua es un avance excepcional”, confirma Rob Gunning, director para Europa de la World Surf League.
Gunning estuvo en Gijón este verano para presenciar en vivo las primeras pruebas de la medición telemétrica. Fue en una competición de carácter nacional, un ensayo sin apenas focos. “Pero lo que vi me pareció muy interesante”, confirma. “Tengo ganas de ver como funciona en Pantín y hablar con los ingenieros gallegos para ver las diferentes posibilidades de desarrollo”. La World Surf League se mueve en niveles de una elevada exigencia y ha encontrado un filón en las retransmisiones en directo a través de youtube, donde congrega millonarias audiencias. Este verano incorporó como consejera delegada a Sophie Goldschmidt, una ejecutiva procedente de la NBA con amplio bagaje en cuestiones de mercadotecnia. “La WSL es pionera en asumir innovaciones para transformar nuestra disciplina y queremos explotarlas aún más a través de la tecnología y el mundo digital”, comentó nada más llegar al cargo. Estamos ante un deporte global con seguidores atentos a las retransmisiones y que en sus tres cuartas partes no superan los 45 años de edad. La mitad de ellos sigue la competición a través de dispositivos móviles. Los ingenieros gallegos quieren ir en esa línea: una selección de los datos que recopilan se ofrecen en pantalla y apoyarán las repeticiones de los mejores momentos en el streaming de la prueba de Pantín. “Es una gran oportunidad para que el espectador que no está muy familiarizado con el surf pueda entender la diferencia entre una maniobra y otra”, observa Gunning.
Un producto que dispare las audiencias incrementará también los patrocinios. En España una treintena de personas son profesionales del surf, un deporte que dentro de tres años, en Tokyo, se estrenará en el programa olímpico. “Es importante ofrecer un espectáculo divertido. Una manga puede durar media hora, pero no siempre hay olas. Es aleatorio. Hay gente que igual se aburre viendo surf. A veces me pasa a mí”, confiesa Romero. “Lo bueno de la tecnología es que en este caso se abre una puerta y ahora nosotros decidimos hacia donde queremos ir”, reflexiona Ricardo Bilbao.
"Es una gran oportunidad para que el espectador no muy familiarizado con el surf pueda entenderlo", apunta el director para Europa de la World Surf League sobre el desarrollo efectuado en el Instituto Tecnológico de Galicia
Los ingenieros del Instituto Tecnológico de Galicia aprovecharán la semana de competiciones en Pantín para organizar un coloquio abierto a todos quienes quieran implicarse en este nuevo futuro para el surf y ya trabajan en un desarrollo que se ha convertido en una línea estratégica para ellos. Tienen claro que deben apoyarse en el usuario y que la parte tecnológica aporta tres patas. “Por una parte el Internet de las cosas, en este caso una tabla que se comunica con personas; por otra explotar las posibilidades de big data, lograr interpretar un volumen de 50 datos por segundo, o lo que es lo mismo 60.000 datos por sensor en cada manga, y desgranarlos en algo comprensible para competidores, técnicos y espectadores; por último sabemos que trabajamos con inteligencia artificial y tenemos que conseguir que el propio algoritmo aprenda sobre lo que está ocurriendo”, resume Óscar González Represas, director del área de Tecnologías de la Información del ITG. “Si consiguen medir de manera independiente los datos de telemetría referentes al surfista y la tabla facilitarían mi trabajo en un 40%”, valora Ricardo Bilbao, que concluye: “Como entrenador los ojos se me hacen chirivitas”.
Tablas que hablan
Los investigadores gallegos han conseguido aplicar en el surf la misma tecnología con la que monitorizan el consumo energético de un edificio, que aplican en agricultura de precisión para el control de plagas en viñedos o para definir como se mueven los clientes en las tiendas de una cadena de supermercados. “Se trata de medir, analizar y actuar”, ilustran en el Centro Tecnológico ITG. “La tabla nos habla, recogemos el dato y le aportamos valor”.
En la playa un equipo de ingenieros recibe los datos que llegan desde el agua sobre la arena y genera gráficos. Hasta ahora lo hacen sobre imágenes repetidas. "Lo sincronizamos para que sirva para interpretar los movimientos del surfer", apunta Rodríguez Charlón. "Podríamos llegar a realizarlo en directo, evidentemente. Ahora lo que hacemos es que monitorizar algo así como el gol por la escuadra, el momento cumbre". Ese instante se emite en el streaming o a través de las pantallas que retransmiten la prueba en el propio arenal y sirven para iniciar el debate muchas veces azuzado por el propio speaker. El de la prueba de Pantín es además, en esta edición, Ben Wei, un californiano que vive en Japón y que trabaja con la organización de los Juegos Olímpicos en el diseño de la competición de 2020. En Galicia se subirá a una nueva ola.
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