Morales se come al Villarreal

Enganchado a la velocidad y a las fintas de Morales, la pequeña rana del barrio de Orriols saltó por encima del submarino amarillo. Morales, el factor desequilibrante granota, se comió al equipo de Fran Escribà. El Comandante apuñaló con saña la banda de Rukavina, fabricó la jugada del penalti y marcó el gol de la primera victoria en el regreso a Primera. Estuvo onmipresente. Morales superstar.

Muñiz presentó un once integrado por el bloque campeón de la pasada temporada en Segunda. Aquel que de forma tiránica dominó la categoría y ascendió a falta de seis jornadas para el final. Nueve futbolistas titulares en el once tipo granota en Segunda repetían ayer en el retorno a Primera. Bardhi y Alex Alegría eran los únicos novatos. No lo acusó.

El Submarino amarillo llegaba con bajas notables en su tripulación. Nueve en concreto. Marineros habituales como Bruno, Soriano, Mario, Castillejo o Bakambu estaban fuera de la incursión en aguas del Ciutat de València. Arriba formaba su delantero estrella: Carlos Bacca, junto al turco Enes Unal, otra de las novedades amarillas. Y en el banquillo, mucho niño y pocos recursos.

El inicio granota fue eléctrico. Morales entró en diagonal por la izquierda, recortó a Rukavina al que dejó en el suelo, golpeó a puerta y Andrés Fernández, un buen portero, respondió con una meritoria parada de balonmano. Era el primer minuto de juego. El Levante tenía prisa. A diferencia de lo que le ocurría en Segunda, el Comandante Morales se mueve más a gusto en Primera y apunta a ser una de las piezas desequilibrantes en el Levante por el flanco izquierdo. Su sociedad con Toño generó llegadas e inclinó el campo hacia ese costado. Muñiz consciente de los problemas de Rukavina para defender su banda, mandaba de vez en cuando también por allí a Jason y el lateral amarillo no podía taponarla. Ahí el submarino tenía una fuga de agua que acabó hundiéndolo. Morales, no obstante, pecó a veces de una excesiva conducción.

Un cabezazo de Rodri tras el saque de un córner desde la derecha y un lanzamiento previo de Bacca asustaron a Raúl. El Villarreal acabo la primera parte con el balón bajo el brazo. Tras el arreón inicial granota, el elegante y efectivo Manu Trigueros, un relojito de precisión en el pase, y el chaval Rodri se llevaron el balón. Tiene el Villarreal en Rodri, habitual sustituto de Bruno o de Trigueros, a uno de los centrocampistas mixtos con más futuro en la categoría.

La presencia del cazagoles Bacca amenazaba a la pareja de centrales del Levante, que fueron muy jefes en Segunda pero que debutaban en Primera ni más ni menos que ante un delantero de jerarquía como el colombiano. Postigo y Chema, enmascarado para la ocasión, salieron sin arañazos de su duelo con Bacca y con Unal. El turco, muy estático, no mezcló bien con el colombiano y los centrales locales vivieron una feliz primera vez.

El Levante presentó en sociedad a Enis Bardhi, duda hasta última hora por una lesión muscular. El internacional sub 21 macedonio se movió bien entre líneas y amenazó a la zaga grogueta. Apunta a convertirse en una de las revelaciones de Primera. Especialista en el balón parado, ha hecho tres goles de falta este verano. Anoche no tuvo ocasión de probar suerte.

Samu García, ex futbolista casualmente del Villarreal, jugará en el Ciutat de València esta temporada. El Levante presentará en breve al mediocampista llegador que ha rescindido su contrato con el Rubin Kazan de la Premier League Rusa. Samu firma por tres temporadas más una opcional por objetivos, convirtiéndose en el noveno fichaje granota para mantener la categoría.