Una falsa alarma sobresalta la Vuelta en Nimes
La Policía detuvo a un hombre con un arma simulada en la estación de tren de la ciudad
La Vuelta se despertó en Nimes con las secuelas del desconcierto sufrido la noche del sábado. La primera noticia vació algunas calles de la ciudad cuando se afirmaba que se había producido un tiroteo en la estación de ferrocarril. Se hablaba de varios hombres armados que llegaron en el tren proveniente de París. La colaboración ciudadana de algunos viajeros alertó a la policía. La psicosis se adueñó de la ciudad. La estación fue desalojada y la gente corría para huir del lugar. La segunda noticia negaba que se hubiera producido tiroteo alguno, aunque una mujer que se encontraba en la estación aseguraba haber oído “algo parecido a un disparo”, algo que la policía también negó. Como medida de seguridad se realizó un cinturón de seguridad en torno a 100 metros de la estación. Según algunas fuentes, varios sospechosos habrían huido de la estación tras eludir los controles. Esto también lo negaron las autoridades policiales, que confirmaron la detención de un hombre que portaba un arma falsa e inicialmente lo relacionaban con la delincuencia común.
Pasadas las once de la noche, tanto la policía francesa, como la española con la que la Vuelta mantuvo contacto permanente, aseguraban que la situación era de total normalidad y la gente volvió a poblar las calles céntricas junto al Anfiteatro. Varios gendarmes se personaron en el hotel de la organización de la Vuelta y trasladaron a Javier Guillen, director general de la carrera, que todo había sido una falsa alarma, un susto y que no se había producido disparo alguno, mientras los comentarios bullían en el repleto hall del hotel.
La psicosis se había adueñado de Nimes. No en vano los recientes atentados de Barcelona y Cambrils estaban muy presentes en la ciudad. La presencia de la Vuelta en Nimes, sin duda, acrecentaba los riesgos. De ahí que una llamada de precaución, por parte de algún viajero, alertó a la población cuando en realidad se trataba de un hecho menor para algunas fuentes posiblemente relacionado con un caso de drogas.
Hacía muchas horas que los ciclistas habían dejado de pedalear y descansaban en los hoteles, mientras el turismo, muy presente en Nimes, llenaba los restaurantes del casco viejo y el centro, más aún tratándose de un sábado. Durante todo el día el ejército se había hecho visible en las calles de Nimes junto a los gendarmes y la policía local. Todas las medidas estaban tomadas de antemano y quizás se refuercen cuando la carrera llegue este lunes a Andorra. Pero el susto se apoderó de la ciudad y de la carrera cuando ya anochecía en Nimes.
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