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Muguruza: “Por ganar aquí no soy mejor, me veo igual”

Garbiñe dice preferir ganar Grand Slams a ser la número uno y relativiza el éxito en Wimbledon: “Es muy difícil sentirte fuerte todo el año, así que voy a intentar estar calmada para no frustrarme”

Alejandro Ciriza
Muguruza exhibe el trofeo de campeona al público de la central.
Muguruza exhibe el trofeo de campeona al público de la central.David Ramos (AP)

Aunque Garbiñe Muguruza ya conocía la sensación de ganar un grande, ayer fue la primera vez que recibió la visita monárquica después de la victoria contra Venus Williams. Antes de acceder al vestuario para celebrarlo junto a su equipo, la campeona fue llevada directamente a uno de los salones de Wimbledon, en los que le esperaba un nutrido grupo de autoridades, con el rey emérito don Juan Carlos en primera línea. La tenista recibió un abrazo y a continuación se quedó sin palabras, ruborizada, algo que no es nada fácil porque en las distancias cortas es una chica dicharachera y sin ningún tipo de vergüenza.

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“¿Por qué me mira todo el mundo? ¡Me está mirando todo el mundo!”, repetía la deportista, a la que le costaba encontrar palabras para continuar la conversación. No así en la sala de conferencias, absolutamente abarrotada, nutrida de muchos medios internacionales, entre los que Garbiñe tiene mucho tirón. A diferencia de las comparecencias previas, en las que siempre ofreció un discurso relativamente vacuo y un semblante gélido, ayer estuvo más desprendida en el discurso y también en la disposición no verbal.

“Han sido dos semanas difíciles, realmente difíciles. Lo primero que voy a hacer es comprarme un vestido, porque necesito un vestido para mañana, no tengo nada”, bromeó cuando se le pregunto sobre sus planes inmediatos. “No, en serio, lo que voy a hacer ahora es disfrutar, porque cuando gané Roland Garros se me pasó así, sin enterarme. No disfruté lo suficiente. Ahora quiero ser plenamente consciente de lo que he conseguido y disfrutarlo. Ahora quiero ir a la pista y que esto me ayude”, respondió la hispanovenezolana, enfundada en un chándal blanco de la marca deportiva alemana que le patrocina.

Estaba feliz Muguruza, pero no hubo exceso alguno en sus palabras. Un mensaje comedido, intentando relativizar el éxito. “Esto no cambia mi perspectiva”, matizó; “por el hecho de que haya ganado Wimbledon ahora Garbiñe no es otra jugadora. Me veo igual, soy una buena jugadora, una jugadora que suele sacar lo mejor de sí misma en los grandes torneos. Creo que estoy ahí arriba. Da igual el ranking que tenga porque me veo siempre como una amenaza para cualquier rival”.

Lágrimas, pero esta vez de alegría

Justo 40 días después de su amarga despedida en París —fue eliminada en los octavos, por la francesa Kristina Mladenovic—, la número cinco lloró, pero esta vez de alegría. Destacó el misticismo del marco y aseguró que conforme mayor es el reto más se crece: “He escuchado muchas veces que Wimbledon es La Catedral del tenis y la verdad es que este torneo es muy especial. Hoy cuando he salido a la pista he notado hasta el eco. Solo el hecho de salir y ver que estaba llena, con Venus enfrente… He pensado: qué bien que estoy aquí, qué bien que tengo la oportunidad de hacer historia y de jugar otra final”.

Dijo Garbiñe que la clave de su victoria estuvo en los restos y cuando se le mencionó un hipotético número uno fue explícita. “No he pensado en eso. Se tienen que dar muchas cosas… Ahí lo tengo, pero me gusta más ganar un torneo así que ser la número uno. Tiene que ser increíble, pero no sé…”, afirmó la campeona, que de París a Londres ha extraído una valiosa lectura: “Es difícil controlar esto. Una viene de tanta emoción... Intentaré pasar página. Vas a los torneos y piensas que tienes que jugar igual de bien, y eso no es así; yo cometí ese error el año pasado. Es muy difícil sentirte fuerte todo el año, así que voy a intentar estar calmada para no frustrarme”.

Venus: “Ella ha jugado de un modo increíble”

A pesar de haber perdido su cuarta final en Londres, la estadounidense Venus Williams no se tenía nada que reprochar. Tan solo tuvo palabras elogiosas hacia su adversaria y no renunció a volver a pelear por el título londinense.

“Quiero felicitar a Garbiñe, ha estado increíble. Sé muy bien lo duro que ha trabajado, conozco su entorno desde que era una júnior. Por supuesto que me encantaría haber convertido alguno de esos puntos clave en el primer set, pero ella ha competido muy bien, así que lo ha merecido”, indicó.

“Pienso que he tenido dos semanas maravillosas, espero seguir así el resto del verano”, continuó; “quiero volver a ganar un grande, no es suficiente con llegar a la final. El secreto está en hacer las cosas un poquito mejor la próxima vez”.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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