El Mónaco convence a Mboula

Hace poco más de tres años, Robert Fernández fue a casa de los padres de Jordi Mboula en L’Atmella de Mar. El ahora director deportivo del Barcelona era entonces agente de jugadores dentro en una empresa valenciana (Interstar Deporte) y tras ver jugar en el MIC a ese chico de piernas kilométricas y regates imposibles, entonces cadete azulgrana, decidió intentar ficharlo. No pudo ser porque ya estaba con Horacio Zandonadi, todavía su agente. Pero hace unos días Mboula se le volvió a escapar a Robert Fernández, que le ofreció hacer la pretemporada con el primer equipo pero el jugador rechazó la idea, decidido a firmar por el Mónaco, que ayer hizo oficial su fichaje a través de las redes sociales pero que el jueves lo hizo efectivo al depositar los tres millones de cláusula que tiene cualquier juvenil del Barça, tal y como aconsejan los servicios jurídicos porque entienden que no es abusiva con respecto al salario que cobran.

“Para nosotros era un jugador señalado”, esgrimen desde las oficinas del Camp Nou; “por eso le ofrecimos hacer la pretemporada con el primer equipo siendo último año de juvenil”. Y otra fuente, que señala la comisión del representante como un estímulo capital para el traspaso, añade: “Era un riesgo porque si no daba el nivel entorpecería los entrenamientos, pero pensábamos que podía funcionar”. Ocurre que desde el entorno del jugador no lo ven de igual manera, hasta el punto de que niegan que el Barcelona les firmara un papel con la propuesta de hacer la pretemporada con el grupo de Valverde.

Reuniones infructuosas

A Mboula le costó coger ritmo este año porque el técnico Gabri no le dio demasiado carrete al inicio, hasta el punto de que en un duelo de la Youth League ni siquiera le convocó. Vista la situación, los agentes advirtieron al Barça de que en estas condiciones no renovaría. Algo que no pareció surtir efecto. “En la primera reunión, le dijeron que seguiría un año más en el Juvenil A. Sus agentes se negaron y entonces, media hora más tarde, le dijeron que jugaría en el filial”, explican desde el círculo del futbolista. Rota la complicidad, no se avanzó apenas en las siguientes tres citas club-representante, hasta que Zandonadi avisó de que el Mónaco lo quería fichar y que podían negociar para tener un derecho de tanteo en los próximos cursos. “Pero nos dijeron que no habían respondido a ese mail, por lo que el Mónaco se cansó y decidió abonar la cláusula en las oficinas de La Liga”, agregan. También porque había otros clubes como el Benfica y dos entidades inglesas que le pretendían. Desde el Barcelona, en cualquier caso, niegan que las negociaciones fuesen en esos términos y entienden que ahora ya nada pueden hacer.

“Es que entre lo que le ofrecía el Barça y el Mónaco no hay color”, argumentan desde el entorno del extremo. Entre otras cosas, le aseguraron una plaza en la pretemporada monegasca y en caso de hacerlo medianamente bien un puesto durante el curso en el primer equipo, ahora campeón de la Ligue 1 y semifinalista de la Champions; “¿y en el Barça dónde iba a jugar?”. Lo dicen, claro, por los tres puntas que copan la línea, por Messi, Luis Suárez y Neymar, titulares por decreto porque sus números así lo reivindican. El club, además, ya se ha pronunciado a favor del regreso de Deulofeu y ha tanteado a Dembélé, representado por Moussa Sissoko, que está asociado en España con Horacio Zandonadi.

Aunque las versiones del club y el entorno del jugador choquen, el resultado es que Mboula ha preferido el primer escalón de Francia antes que el segundo de España, un mejor contrato y más posibilidades de competir en la élite. Así, el extremo firmó por cinco temporadas y la primera semana de julio comenzará la pretemporada con su nuevo club. Todo un talento que se escurre al Barça.