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Valencia Basket: de Mercadona al título de Liga

Roig empezó confiando el Valencia a gente de su grupo, pero triunfó con profesionales

Rafa Martinez (centro), levanta la copa de la Liga Endesa en presencia del alcalde de Valencia, Joan Ribó (izquierda), y del máximo accionista del club, Juan Roig (derecha).
Rafa Martinez (centro), levanta la copa de la Liga Endesa en presencia del alcalde de Valencia, Joan Ribó (izquierda), y del máximo accionista del club, Juan Roig (derecha).Kai Försterling (EFE)

Eran los últimos instantes de juego para alcanzar por fin su día de gloria, el pasado viernes por la tarde. La excitación de Juan Roig, presidente y máximo accionista de Mercadona, no le permitía permanecer sentado. Faltaban segundos para concluir el cuarto partido de la final de la Liga Endesa contra el Real Madrid, y el propietario del Valencia Basket lo seguía de pie, bajo el griterío de los más de 8.000 aficionados taronja presentes en el pabellón de La Fonteta.

Esa noche alcanzaba su punto más alto la obra que había comenzado tres décadas atrás junto a su hermano Fernando, poco después de que ambos se enamoraran del baloncesto durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84, en los que la selección española de Díaz Miguel logró la medalla de plata.

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Los hermanos Roig estaban juntos en el comienzo del proyecto hace 30 años, y también lo estuvieron el viernes en el palco, mientras cercaban su primer título liguero. Cumplidos los 40 minutos de juego, Juan y Fernando, se abrazaron.

“Cultura del esfuerzo”. El lema impreso en la camiseta naranja del Valencia Basket refleja el pensamiento de vida de su máximo accionista, la segunda persona más rica de España, con una fortuna valorada en unos 8.000 millones de euros. También la idea que ha querido que fuera bandera del proyecto deportivo que ha impulsado, y que pese a su empeño no ha seguido siempre una trayectoria en línea recta hasta el triunfo del viernes.

En un principio, los Roig pusieron la gestión del club en manos de empleados de Mercadona, ajenos al juego de la canasta. Después de ascender a la ACB en 1988, en la temporada 1994-95 descendieron un peldaño para regresar a la primera línea al año siguiente. Pronto se dieron cuenta de que la suerte de su apuesta pasaba por dejar las riendas deportivas en manos de profesionales, de gente del baloncesto.

En 2009, cuando el equipo aún se llamaba Pamesa, dejó el cargo de presidente Manuel Llorente, que había llegado a la cúpula del equipo desde la cadena de supermercados. Desde entonces la presidencia la ostenta Vicente Solà, que había estado en el club de baloncesto desde 1982. Ya ejercía como su delegado cuando el equipo aún era una sección del Valencia CF. En 2014 asumió la dirección deportiva Chechu Mulero, después de 10 temporadas como técnico de la casa. La otra pata de la estructura es Francisco Raga, consejero delegado después de casi una década en la vicepresidencia y en la dirección general del club.

El empeño ha sido alimentado con una cuantiosa inversión, que ronda los 150 millones de euros y que hasta ahora había procurado al club una Copa y tres Eurocup.

Esta temporada, en la que han tocado techo, el presupuesto ha sido de 12 millones, de los que ocho salen del bolsillo de Juan Roig. Sin embargo, los antecedentes no parecían propicios. En pocos meses habían perdido dos finales: la de Copa ante el Real Madrid y la de la Eurocup frente al Unicaja, al desperdiciar una amplia ventaja en casa. La tercera oportunidad no la dejaron escapar.

Para Roig el empeño no tiene fecha de caducidad, y quiere que el futuro tenga su base en la cantera. Antes de finalizar el año, estará en marcha La Alquería, un ambicioso proyecto para la formación de talentos. Se trata de una ciudad deportiva de 15.000 metros cuadrados en el entorno del pabellón de La Fonteta en la que trabajarán 1.200 deportistas. Tendrá 13 pistas de baloncesto, nueve de ellas cubiertas, gimnasio, instalaciones para médicos y fisioterapeutas, sala de estudios para niños, y zonas de servicios para los familiares y técnicos. Han sido 18 millones de euros de inversión sufragados íntegramente por Juan Roig.

El futuro también tendrá que ver con lo que suceda con Pedro Martínez, que ha mandado en el vestuario las dos últimas temporadas y que aún no sabe si continuará al frente del banquillo. Las conversaciones se han aplazado hasta después de los festejos de la culminación de un sueño de 30 años.

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