El Real Madrid se ventila al MoraBanc Andorra y pasa página de la Final Four
Los de Laso arrollan a su rival en el primer partido de la serie (107-76) con un paso al frente de su núcleo de nacionales y una sólida aplicación colectiva. Llull bate el récord de asistencias en el playoff (15)
Como si la Final Four hubiera sido un mal sueño, el Real Madrid retomó su inercia ganadora y se ventiló al Morabanc Andorra en apenas seis minutos en el primer partido de la eliminatoria de cuartos de la Liga Endesa. Consuelo doméstico para la decepción continental. Firmeza en busca del título que marca la diferencia entre un buen y un mal año. Con el núcleo de nacionales (Llull, Felipe y Rudy) dando un paso al frente y una sólida aplicación coral, los de Laso apretaron los dientes, no dieron opción al rival, y alcanzaron la mejor anotación de la temporada (107-76).
Los dos equipos inauguraron la serie con ansiedad. Los madridistas para cerrar el luto de Estambul y los andorranos para prolongar su vigor competitivo en los segundos playoffs ligueros de su historia. El Madrid llegaba a la cita tras los días de mayor desgaste emocional de la temporada; el Morabanc, después de 10 días de parón puliendo detalles para coger carrerilla. Pero, en el choque de contrastes salieron mejor parados los locales. Primero con Taylor y Maciulis y más tarde con Ayón, los de Laso contuvieron la corpulenta embestida de Shermadini y, posteriormente, pusieron en marcha su engranaje. Tras el primer paso del georgiano por el banquillo languideció la apuesta de Peñarroya. Con Albicy desencontrado y sin Burjanadze en la rotación, el Andorra fio todo a su número 17 y salió escaldado. En un santiamén se pasó del 16-17 con nueve puntos de Shermadini al 39-21 con Carroll y Felipe repartiéndose la ráfaga que descosió el encuentro. Un parcial de 23-4 que dejó tiritando a los visitantes.
Antetokounmpo y Stevic intentaron resistirse a la evidencia pero, cuando el Morabanc se sacudía el chaparrón llegó la tercera falta personal de Shermadini que deprimió definitivamente a los de Peñarroya. No era el día del Madrid desde el perímetro (3 de 15 en triples al descanso), pero lo compensaban los blancos con un solvente dominio del rebote y con una producción coral inabarcable para su oponente. Un escenario que, lejos de prolongar la secuencia de agobios madridistas ante el Andorra, refrendaba la diferencia de recursos y caché entre el líder de la temporada regular y el octavo clasificado.
Nada que ver con los precedentes extraordinariamente igualados. Nada de prórrogas como en los tres enfrentamientos anteriores de la temporada. A la cuarta, se rompió el inopinado equilibrio. Randolph se encargó de la gestión de la ventaja con 14 puntos en el tercer cuarto y el Madrid cogió velocidad de crucero al son que marcaba Llull (siete asistencias en ese tramo; 15 al final, el récord en playoff). El contundente propósito de enmienda con el que se reengancharon a la Liga permitió a los blancos recuperar sensaciones con Felipe y Rudy a la cabeza. Shermadini siguió aumentando su producción pero en esta ocasión de manera intrascendente. El viernes, en Andorra, los blancos buscarán sellar el pase a semifinales.
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