Viñales: “En las últimas curvas estaba esperando el toque de Valentino”

Decía Maverick Viñales, con esa honestidad tan suya, casi inocente, que se pasó media vuelta esperando el ataque de su compañero Rossi. En aquel último giro el español firmó la vuelta rápida de la carrera. Trataba de escapar de su perseguidor como fuera: “Estaba realmente fuerte, Valentino. Me exprimió al máximo. Y más. En la última vuelta di todo lo que tenía. Cuando cometió el primer error y dejó el hueco, metí la moto ahí como pude y, desde entonces, intenté frenar muy tarde, cerrar todos los huecos. En las últimas curvas estaba esperando el toque. Yo no sabía que se había caído, así que me estaba preparando para lo peor. Tapé todos los huecos bien y cuando vi que nadie me ponía la rueda en la última curva pensé: la victoria es mía. Fue espectacular”.

Más información

Rossi y la Yamaha del cambio

Competir en Le Mans sin dejar de pensar en Nicky Hayden

La versión de Rossi vino acompañada de un gesto de aflicción. “Hay días en los que sientes que puedes ganas y tienes que intentarlo, porque si no, no te quedas en paz contigo mismo. Luego hay otros días en los que tienes que ser inteligente y dices mejor hoy, no. Pero esta vez lo intenté. Una lástima. Ha sido un error estúpido”, reconoció. El italiano, pese a todo, estaba tranquilo. Por caer cuando luchaba por ganar y por su consistencia. “Me quedo con las sensaciones de un gran fin de semana, creo que nunca había pilotado así de bien con esta moto. Así que espero seguir siendo competitivo en las próximas carreras, esta puede ser una batalla bonita”.

El futuro de Márquez no parece tan despejado en cuanto a sus sensaciones con la Honda. Le cuesta encontrar confianza con el tren delantero y, además, salió a la carrera con unos reglajes que no había probado en toda la temporada. Se expuso a algún imprevisto. “Creo que hemos hecho bien, pero arriesgar en este aspecto implica que en algunos momentos no entiendas bien cuáles van a ser las reacciones de la moto”, explicó. Si bien, la llegada del nuevo neumático delantero y los próximos entrenamientos privados antes de la siguiente carrera, en Mugello, le hacen albergar esperanzas. “Dentro de lo malo –dos caídas son muchas– con dos errores estamos todavía a 27 puntos del líder”, se consolaba.