Cruyff pasa el balón
A punto de cumplirse 25 años de la primera Copa de Europa del Barça, el legado de El Flaco sigue vivo con su academia
Dos semanas antes de que se muriera por el maldito cáncer, Johan Cruyff, el técnico que logró la primera Copa de Europa del Barça en Wembley [el sábado se cumplen 25 años], llamó por teléfono a su amigo Ruben Jongkind, que no hacía tanto era el director de desarrollo de talento en el Ajax. “China es interesante porque es un país que empieza desde cero y podemos hacerlo mejor y aprender de los errores que hemos cometido en Europa. Con mi filosofía, sería interesante desarrollar nuestra idea allí”, le sugirió El Flaco, convencido de que su modo de entender el fútbol había sido el pasado, el presente y también el futuro.
“Por eso ahora estamos unos días en Beijing, para formar a los talentos en la capital a través de un campus de entrenamiento”, resuelve Jongkind, que dirige junto a Jordi Cruyff y Wim Jonk (exjugador del Inter y Ajax, entre otros y exdirector de la cantera ajacied) la Cruyff Football, institución que ayuda a los clubes de fútbol profesionales y federaciones nacionales a destilar un juego atractivo, producir jugadores canteranos y adoptar estrategias futbolísticas sostenibles. O, lo que es lo mismo, prolongar las lecciones y la filosofía de Johan por los cinco continentes.
Jonk y Jongkind salieron por la puerta de atrás del Ajax, en diciembre de 2015, después de que Cruyff dimitiera como asesor de la entidad. “En el club no se está aplicando mi visión y lo hacen de forma deliberada”, explicó el 14, que, sin embargo, les pidió a sus colaboradores que se unieran a la Cruyff Football, proyecto en el que apenas pudo trabajar tres meses porque enfermó. Junto a los dos y Jordi, trabajan otros cuatro formadores salidos del Ajax, además de Bob Broaweys, personaje anónimo pero revolucionario como bien saben en la selección de Bélgica. Resulta que Broaweys era el coordinador de las inferiores y desde 2000, cuando el equipo patinó en la primera ronda de la Eurocopa, decidió reformar la estructura y el desarrollo de los talentos, partiendo desde el 4-3-3 y con los principios cruyffistas del juego; también con su filosofía. Así, descubrió que en todas las canteras de los grandes equipos la relación de nacidos en el primer semestre y el segundo era de 70-30%. “En formación no se pone a los pequeños como en el Ajax o el Barça”, explica Jongkind; “sino que quieren ganar y los titulares son los que están más desarrollados físicamente. Se llama el Efecto de la Edad Relativa y Broaweys decidió no hacer caso”. Del mismo modo, cambió el formato del fútbol base amateur y durante muchos años —hasta que no están casi en la pubertad— los partidos en Bélgica se juegan dos contra dos (hasta sub-6), cinco contra cinco (hasta sub-9) y ocho contra ocho (hasta sub-13). “Porque en espacios reducidos se mejora la habilidad técnica y la inteligencia del juego”, añade Jongkind, que recita a Cruyff con orgullo.
Jordi Cruyff, un apoyo desde la distancia
Jordi Cruyff está entusiasmado con el proyecto porque entiende que así se puede extender la palabra y la filosfía de su padre, esa que define como la más atractiva y válida para jugar al fútbol y la que trata de plasmar en el Maccabi Tel Aviv, donde es el director deportivo. “La pena es que no le puedo dedicar tanto tiempo como me gustaría por las obligaciones con mi club”, explica; “y lo cierto es que este proyecto, que lo inició mi padre pocos meses antes de morir, todavía es un bebé. Aunque parece que coge forma y que va a crecer mucho gracias a los que lo dirigen como Jonk, que aunque ya no esté ha devuelto el éxito europeo al Ajax”.
Ahora, los discípulos de Johan expanden su palabra. Cuando la Cruyff Football está en Holanda, imparte sus cursos y talleres en el estadio Olímpico de Ámsterdam, donde ya acuden entrenadores de las mejores canteras del país (como la del PSV). Además, ayudan a jóvenes de élite de entre 12 a 19 años para asumir los conceptos del trabajo individual y ganar un 5% en las cualidades (técnicas, físicas, tácticas, mentales...). “Cada individuo requiere su propio plan, uno que se adapte a sus necesidades para estimularlo y alcanzar los objetivos”, resume Jongkind sobre una política que aplicaron en el Ajax y que ahora ha dado sus frutos con los jóvenes que han llevado al equipo a la final de la Liga Europa. Pero también van adonde les reclamen. Como distintos clubes de Europa (hay uno de la Liga, pero se reservan la confidencialidad hasta que firmen el contrato) o varias entidades de la MLS estadounidense e incluso federaciones de Asia. También lo hizo el AS Trençin eslovaco a través del propietario, Tscheu la Ling —amigo de Johan—, y el club pasó de Segunda a ganar en el curso anterior el doblete. Quizá esa fue la semilla de la idea de Johan. Porque aunque ya no esté, Cruyff mantiene vivo su legado y sigue pasando el balón.
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