El Madrid B derriba la puerta
El gran rendimiento de los suplentes, con mejores números que varios de los titulares, cuestiona las jerarquías de la plantilla madridista y compromete a Zidane en su apuesta incondicional por la BBC
El denominado Madrid B remató 22 veces en Riazor, recuperó 77 balones, realizó 590 pases y solo cometió cinco faltas. Todos estos registros mejoraron la media de los coeficientes acumulados por el equipo a lo largo de la temporada: 18 remates, 61 recuperaciones, 546 pases y 11 faltas realizadas.
Nueve de los jugadores que compusieron el once que goleó al Deportivo (2-6) no estuvieron presentes en el clásico ante el Barcelona, y solo tres de ellos participaron en algún momento: Asensio, Kovacic y James. “Va a sonar muy polémico, pero a mí me gusta mucho más el Madrid B que el Madrid A. Es más jodido ganarle al Real Madrid B que al A”, aseguró el entrenador del equipo gallego, Pepe Mel, tras el encuentro. “No hay equipo A y B, todos somos importantes y eso es gracias al míster”, advirtió Nacho. “Todos los equipos tienen su once, pero lo importante es que cuando jugamos los demás lo hacemos muy bien”, le cuestionó Isco.
Encuadrando todos los registros individuales en el contexto de un partido (90 minutos de media), Morata supera a Cristiano en porcentaje de goles (0,96 frente a 0,8), James mejora a Kroos en asistencias (0,68 por 0,38) y Lucas Vázquez triplica en recuperaciones a Bale (6 por 2,9). La contabilidad de los remates del equipo de Zidane con la BBC sobre el campo señala la predominancia de Cristiano, que acumula 228 disparos (seis por partido) por los 102 de Benzema, segundo en la tabla. Ante el Depor, Morata, con cinco remates, fue el jugador que más buscó la portería, seguido de Isco y Lucas con tres, y Asensio y James con dos.
Sin Kroos, Modric y Casemiro sobre el campo, la elaboración de juego pasó por las botas de jugadores como Kovacic, que solo erró tres pases (54 completados de 57) y al que ayudó en la salida de balón Asensio (55 entregas de 57). Con los seis jóvenes suplentes sobre el campo —promedian 23,5 años—, se vio a un Madrid hambriento y armonioso.
La pujanza que han mostrado en los últimos partidos y que reivindicaron en su máxima expresión en Riazor compromete más que nunca las jerarquías establecidas en la plantilla de Zinedine Zidane. El técnico francés, incondicional de la BBC para los partidos importantes, empieza a ver cuestionada su apuesta. El tridente ofensivo formado por Bale, Benzema y Cristiano se tambalea solo tres años y medio después de que Florentino Pérez apostara por fichar al galés, el mejor jugador de la Premier League, para apuntalar un ataque que aspiraba a convertirse en el más temible del fútbol mundial.
El grupo que conforma el catalogado como Madrid B se ve sobradamente preparado para subir de rango en la rotación de Zidane. Jugadores como Isco, Asensio, Morata o Lucas reconocen en su círculo más íntimo que esperaban más minutos en los grandes partidos, donde creen que podrían haber aportado algo más al equipo ante el rendimiento del tridente titular. Los cuatro españoles, más Kovacic y James, encargados de conformar el medio y la delantera del Madrid en Riazor, tan solo disputaron el 13% de los minutos en las eliminatorias de Champions ante Nápoles y Bayern y los partidos de Liga ante Atlético y Barcelona.
Un puesto libre
Zidane todavía no se ha atrevido a tocar su once titular e introducir a algún suplente a no ser que fuese obligatorio. Tampoco ha mezclado demasiado titulares y suplentes. Una opción que es tan solicitada como complicada de ejecutar. “El entrenador en general es una pieza muy débil. A uno que no lo está haciendo bien, ¿cuánto lo aguantas? No le vas a quitar por dos malos partidos. Y además hay que tener en cuenta al que está a la espera y está en buena forma. Hay que lograr el equilibrio y ser justos. El efecto se multiplica cuando hay grandes jugadores como en el Madrid”, asegura Quique Setién, entrenador de Las Palmas.
Marcelino García Toral, exentrenador del Villarreal, duda de que los suplentes puedan mejorar al equipo titular. “Para hacer un análisis se necesitan mínimo ocho o 10 partidos. En el Real Madrid no puedes diferenciar entre un equipo A y un equipo B. No me atrevo a decir que el equipo que ganó al Deportivo o al Sporting sea superior o juegue mejor que el que sale de titular de forma habitual”, dice el técnico asturiano.
Por el momento, la ausencia de Gareth Bale, que se perderá prácticamente lo que resta de temporada por lesión, deja un hueco libre en el once del comprometido Madrid A.
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