El Camp Nou invoca a Messi
El Barça y el 10 necesitan reencontrarse para firmar un remonte histórico ante la Juve
El Camp Nou invoca a Messi y el 10 necesita al Barça. Ambos se buscan desde hace un tiempo y no siempre se encuentran, circunstancia que no ha impedido ganar muchos partidos, la mayoría por los goles del rosarino, que ya suma 29 en la Liga, 11 en la Champions y se ha situado a solo dos de los 500 con la camiseta del FC Barcelona. El protagonista de la última gesta azulgrana, la noche del PSG, no fue sin embargo Messi sino que el héroe resultó ser Neymar y, si se quiere, Ter Stegen y Sergi Roberto. Aunque también jugó, y estuvo muy bien, al 10 se le recuerda especialmente en el partido por su aparición en el gol norte, frente a la Grada de Animació, subido a una valla publicitaria, puño en alto, como si fuera el hincha más radical del Barça en la celebración del 6-1. Futbolista y equipo precisarán jugar hoy en la misma sintonía en la cancha si quieren protagonizar un segundo remonte histórico frente a la irreductible Juve.
La Vecchia Signora siempre supo cómo vestirse para matar como se advirtió en Turín. El 3-0 se presenta como el mejor de los marcadores para un equipo muy bien organizado, rico física y tácticamente, impenetrable defensivamente y selectivo en ataque, capaz de expresarse de forma continua con los remates deliciosos de Dybala o en jugadas episódicas como la que supuso el gol de Chiellini. La Juve puede jugar de mil maneras un mismo choque a partir de la fiabilidad de Buffon.
A sus 39 años, el portero solo ha encajado dos goles en nueve partidos, jamás perdió una ronda después de ganar el encuentro de ida y solo se le recuerda una derrota histórica por 0-3 ante el United de Giggs y Van Nistelrooy. Allegri, por lo demás, ya salió escarmentado del Camp Nou en 2013 después del 4-0 que tomó con el Milan cuando los azulgrana habían perdido por 2-0 en Italia. No es extraño que su intención sea que su equipo marque hoy uno o dos goles para cerrar el pase a las semifinales de la Champions.
Marcar cinco goles
Las cuentas de Luis Enrique pasaban por marcar “cinco” hasta que se le informó del deseo de Allegri. “Pues seis”, replicó Lucho, convencido como está ahora de las opciones de su equipo después de expresar sus dudas a la salida del Juventus Stadium. “Si hacemos el primer gol, el segundo lo meterá el Camp Nou y el tercero caerá por sí solo”, argumentó. “A los aficionados les pido que no se vayan en el minuto 85, como hicieron algunos el día del PSG, sino que permanezcan en el estadio hasta el 95. Que boten desde el inicio y lleguemos todos juntos hasta el final; en siete minutos se pueden marcar tres goles”. Y remachó. “Nosotros tenemos que ser agresivos, con y sin balón, y atacar, atacar y, cuando nos relajemos un poco, seguir atacando. Hay que crear un ambiente de locura deportiva en el Camp Nou”.
Luis Enrique apeló al ánimo y habló poco del juego, que se da por supuesto en un equipo inestable e irregular en la Liga y en la Champions. A las sonoras derrotas en campo contrario ha respondido con un marcador de 21-1 en el estadio: 7-0 al Celtic, 4-0 al Manchester City y Borussia Moenchendgladbach y 6-1 al Paris Saint Germain. No hay mejor manera para mostrar su indefinición, y también capacidad de sorpresa, que la incógnita que mantiene en la alineación: Mascherano o Jordi Alba. Una duda existencial porque supone desplegarse a partir de un 3-4-3 o de un 4-3-3, con o sin laterales, siempre pendientes de lo que le conviene a Messi.
La Juve puede jugar de mil maneras un mismo choque a partir de la fiabilidad de Buffon
El equipo perdió juego y después ha dejado de ser contundente, frágil en su área —ha encajado siete goles en tres partidos— y menos acertado en la contraria, sobre todo Luis Suárez, que no marca desde la visita del Sevilla. Aunque se puede discutir sobre su desnaturalización, las señas de identidad siempre han sido las mismas: presión alta, velocidad de balón y precisión, virtudes más fáciles de recuperar con Iniesta. “Hay que hacer el partido perfecto para superar un resultado malísimo, y eso significa saber sufrir, tener paciencia, minimizar sus oportunidades y ser efectivos”, afirmó el capitán. “Necesitamos llevar al rival a una situación límite, crear dudas a la Juve”.
A la Vecchia Signora, sin embargo, no se le intimida ni con el lema More than a club. “Tenemos que hacer lo mismo que en Turín”, advirtió Allegri. “Jugar con lucidez, saber leer el partido y aprovechar nuestra fuerte mentalidad”. Y agregó Alves: “Los partidos en el Camp Nou se hacen muy largos y duros. La cosa está 60-40%”. Los bianconeri disponen de toda su plantilla y sus jugadores se sienten ante una oportunidad única para hacer historia después de perder la final de Berlín. La razón avala al equipo de Allegri. Luis Enrique, en cambio, invita a ser irracionales desde la cordura que supone contar con Messi, “un jugador que al 25% ya aporta muchas cosas, porque es diferente, el número 1”. Fue un entrenador de la Juve, Capello, quien señaló al rosarino como un “pequeño diablo” en el Gamper de 2005. A partir de aquel día no ha parado de marcar goles como el que hace justo 10 años le metió al Getafe. Hoy, sin embargo, no alcanza con el goleador sino que el Barça precisa de la mejor versión de Messi y el 10 necesita que su equipo le genere el mejor escenario para reinar en el Camp Nou.
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