Otra cita de guerrilleros en Leicester
Tanto el técnico local como el del Atlético auguran otra batalla táctica y física en el King Power
Serge Pizzorno, guitarrista y compositor de Kasabian, la banda que trató de recuperar la altivez barrial de la escena musical de Manchester con un rock futurista y reivindicativo, anheló en su niñez ser delantero centro del Leicester. No llegó a la elite, pese a sus buenas maneras con la pelota, pero la música sí le dio para que Claudio Ranieri utilizara como motivación la guerrillera Fire,uno de los éxitos de su banda. La letra, según el técnico italiano, entroncaba con el gusto por los jugadores aguerridos que profesa la ruidosa grada del King Power. El grupo más internacional de Leicester fue el invitado de honor a las celebraciones del épico título liguero conquistado el curso pasado.
Hace una semana, Pizzorno, de origen italiano, lanzó un mensaje sobre lo que opinaba del enfrentamiento con el Atlético de Madrid: “Conquistar la Premier fue un gran milagro, ahora necesitamos un milagro menor”, dijo con ese aire mesiánico que acompaña a las estrellas del rock. “En fútbol no hay nada gratis. Iremos a por todo”, avisa Craig Shakespeare. El técnico del Leicester intuye una contienda tan táctica como física. Otra batalla tan inglesa como italiana desde su pizarra y la de Simeone. “Nos vamos a encontrar con un ambiente importante, ellos se sienten fuertes en su casa y con su gente”, aventura el entrenador rojiblanco. “Somos dos equipos similares, de salir fuertes sobre todo al inicio de los partidos de casa. Ambos vivimos de los detalles y somos equilibrados defensivamente. Es una eliminatoria pareja y compleja”, diagnostica el Cholo. “Esperamos un partido duro y difícil, ellos juegan en su campo y competirán como en el Calderón. Es la frase de toda la vida: mente fría, corazón caliente”, asevera Diego Godín, que también alude a los detalles como claves. “Necesitamos estar muy concentrados porque es un partido de detalles”, asegura. Los saques de esquina y las faltas laterales se prevén como una guerra de guerrillas jaleada por una hinchada que suspira porque su capitán, el central Wes Morgan, esté tanto para defenderlos como para atacar al rival.
Recuerdos
En Leicester, la epopeya del título alcanzado pervive con orgullo en los muros de ladrillo visto de algunas de las calles que circundan el estadio. El mural dedicado a Ranieri, bajo la inscripción “Vini, vidi, vinci” (Llegué, vi, vencí), se mantiene impoluto. Unos metros más allá, también luce intacto el que viste con los colores del Leicester al Dalai Lama.
La ciudad respiraba calma a media tarde. La misma que trata de inspirar Shakespeare ante la necesidad de remontar el 1-0 de la ida: “Somos competitivos, estamos en la eliminatoria, quedan más de 90 minutos. El ambiente va a ser ardiente, pero hay que jugar con mucha sangre fría también”.
Shakespeare teme que una contra del Atlético condene a su equipo antes de tiempo y apague la caldera que promete ser el King Power. “Ofensivamente tenemos que mejorar un poco. En la ida no creamos mucho, pero también sabemos la amenaza del Atlético en las contras. Hay que estar con cautela atrás”, advierte Shakespeare.
Está por ver quién será la punta de lanza de los contragolpes del Atlético que tanto pavor causan en el técnico de los Foxes. Si Simeone opta finalmente por dar entrada a Giménez volvería a la fórmula de los cuatro mediocentros y sacrificaría a un delantero. Carrasco o Fernando Torres serían los candidatos a calentar el banco. Este último pisa Inglaterra dos años y medio después de su marcha desde el Chelsea al Milan. En su periplo de siete temporadas por el fútbol inglés (2007-14) marcó 126 goles entre su etapa en el Liverpool (81 en 142 partidos) y el Chelsea (45 en 172). El Leicester nunca estuvo entre sus víctimas, porque entre 2004 y 2014 no militó en la Premier League, pero sabe como el resto de sus compañeros que la cita de hoy es para guerrilleros.
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