Lorenzo encuentra su sitio en la Ducati

Ahora una moto, ahora la otra. Las mismas gomas para una sesión destinada, al inicio, a recuperar sensaciones. Y el mismo sillín, que viaja de una a otra montura; quizá haya encontrado ya su posición ideal encima de esa Desmosedici con la que todavía no acaba de entenderse del todo. El sábado no empezó tan mal para Jorge Lorenzo, que buscaba seguir una progresión que se le cortó, como en Qatar, cuando trató de hacer una vuelta rápida. Y, como también ocurrió en el primer gran premio, cuando empezó a chispear. La vida se le complica al español en este inicio de Mundial. Si en la primera carrera salió 12º, en este gran premio de Argentina lo hará 16º, su peor resultado en una clasificación desde Brno en 2008 (17º), el año de su debut en MotoGP.

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Los resultados no acompañan y las circunstancias tampoco. Pero su relato de cómo arranca esta aventura hace esfuerzos por alejarse de lo que perciben los ojos ajenos. “He firmado para dos años y, de momento, solo he disputado una carrera”, advertía el jueves. Y lo repite ahora.

Definitivamente, parece sentirse cómodo encima de su nueva montura. Ayer, en Termas probó una modificación que ha dado resultado: el sillín está unos centímetros más alto. “La primera vez que probé la Ducati la vi muy alta e intenté bajar el sillín, hacerla más parecida a mi moto anterior. Pero fue una decisión equivocada”, explicaba. Además, tiene una forma distinta atrás, para evitar que el culo se salga y ayudarle en el cambio de pilotaje requerido para mejorar en las curvas: “Parece que cuando te sales mucho de la moto, gira menos. Si bien en los últimos años me ido descolgando cada vez más, parece ser que con esta moto tienes que pilotar de manera opuesta. Poco a poco voy encuadrando las piezas del puzle”.

Aunque poco evidente, la evolución es paulatina. “Ya puedo hacer más vueltas seguidas, me canso menos y puedo mantener un ritmo constante”, concedía el primer día en Termas. Pero sigue habiendo muchas cosas que mejorar, como la explosividad a una vuelta para estar delante al final de los entrenamientos. Y así quedó patente en el circuito de Termas.

El viernes terminó el 18º, a 1’1 segundos del más rápido, Maverick Viñales, el chico que ha heredado su puesto en Yamaha. A pesar de todo, era optimista. Y aseguraba que la posición no se correspondía con su jornada. “En la última salida las sensaciones eran bastante buenas, estaba entendiendo cómo entrar a la curva. Pero cometimos un error con la elección del neumático”, relataba.

Aquel entrenamiento acabaría marcando la jornada del sábado. Aunque muy poco, ayer llovió. Como se esperaba. Un suave sirimiri hizo a los pilotos regresar a sus talleres cuando todavía faltaban quince minutos para el final del tercer libre y Lorenzo empezaba a mejorar sus tiempos. Claro que, con las temperaturas mucho más bajas, pocos fueron los que bajaron los cronos del día anterior. No lo hizo el mallorquín. Y se quedó 18º. Con lo que tuvo que disputar la Q1 en busca de mejor suerte. Lo mismo que Pedrosa, Dovizioso o Rossi, todos ellos fuera del top10 de los tiempos combinados de los libres. Solo lo lograron Pedrosa y Rossi, a la postre quinto y séptimo. Y las dos Ducati se quedaron con lo puesto: un 13º para Dovizioso y un 16º para Lorenzo.

No estoy contento si me veo tan lejos, pero paso página y pienso en mejorar Jorge Lorenzo, piloto de Ducati

El paso por curva sigue siendo el punto crítico de la Desmosedici. Lorenzo pudo seguir el viernes durante una vuelta a Marc Márquez y comprobó que también la Honda ­–no solo la Yamaha, algo que ya sabía– tiene un mejor rendimiento que la Ducati en medio de la curva. “Puede inclinar antes y lo hace con un mayor grado de inclinación [lo que permite hacer la curva más rápido]; hay que mejorar en ese aspecto”, concedía el español.

Pese a todo, no dudaba en afirmar que las sensaciones son mejores que en Qatar, donde estrenó la temporada con un 11º. “Estamos mejor de lo que parece”. Y añadía: “No estoy contento cuando me veo tan lejos, es difícil la primera media hora después de la sesión, pero después intento pasar página y me concentro en cómo mejorar”.