Real Sociedad y Leganés empatan bajo el sol y la lluvia

Real Sociedad y Leganés empataron uno de esos partidos en los que nadie sabe muy bien por qué solo se lleva la mitad del botín, hasta que se pone en la piel del contrario. Pocos empates esconden justicia, pues no se parte el premio total entre dos, pero algo de premio queda.

Se ganó su trozo el Leganés con un gol de Szymanowski propio de un superclase. El argentino intentó batir por bajo a Rulli con un remate desde dentro del área que golpeó en el cuerpo del portero de la Real, pero tras atrapar el rechazo intentó superarle por alto y colocó la pelota por encima de la cabeza de su compatriota. El gol confirmó la actitud del Leganés, bien plantado sobre un Anoeta en el que llovió, lució el sol, y ambas cosas al mismo tiempo, ante una Real que parecía sin carburante.

Esa incapacidad de arrancar duró hasta que uno de sus principales surtidores, un joven de 21 años de apellido Odriozola, bloqueado por Rico durante toda la primera mitad, empezó a pisar campo y área contrarios con la tranquilidad de quien se sabe invitado a la fiesta. El canterano txuriurdin ensanchó tanto el campo, que con o sin lluvia, la banda se le asemejó a su marcador como si fuera una parte más de la playa de la Concha. En la enésima subida se deshizo de dos jugadores, equilibró el cuerpo tras un cambio de dirección y le colocó el balón a Juanmi en el punto de penalti para que superase sin problemas a Herrerín.

Cogió brío el partido, se sucedieron las oportunidades para ambos, y el Leganés, que tiene el mantenimiento del orden táctico el mejor de sus soportes, impidió que la Real Sociedad le sorprendiera. Puede que hasta al final diera por bueno el resultado.