Noche plácida del Betis ante Osasuna
Fácil triunfo del conjunto andaluz contra un rival sin fe, hundido en la clasificación y camino del descenso
Noche plácida para el Betis, que derrotó sin graves complicaciones a un Osasuna que enfila sin remedio el camino de la Segunda División. No se puede competir en Primera de la forma en que lo hizo el conjunto navarro, con una defensa inexistente, casi sin tensión, con la mente de sus jugadores puesta en resolver su futuro más cercano que en intentar sacar algo positivo del Benito Villamarín. No es problema de un Betis al que no le hizo falta mostrar su mejor fútbol, personalizado en las botas de Dani Ceballos, de nuevo convocado por Albert Celades para la selección sub 21.
El partido lo encarriló un lateral derecho, Rafa Navarro, que aprovechó un agujero inmenso en la defensa de Osasuna para batir a Sirigu en su alocada salida. En un choque destinado al lucimiento de secundarios, el propio Navarro dejó solo a Rubén Castro para que el canario hiciera el segundo tanto de la noche antes de la media hora. Con ello, prácticamente, se daba el portazo a un partido de escasa tensión, dominado de cabo a rabo por el Betis. Osasuna lo intentó, gozando incluso de algunas buenas ocasiones de gol, pero su falta de calidad es incuestionable, así como su pegada. Con esta victoria, el Betis dice adiós a cualquier problema clasificatorio. Debe ser el punto de partida para encarar un final de temporada con cierta tranquilidad. Así, tendrá tiempo de preparar con solvencia un proyecto algo más ilusionante para la próxima temporada, pues en la actual apenas ha podido dar alegrías a su fiel hinchada.
Osasuna, que juega liberado de todo dramatismo, invitó a su rival a que le atacara continuamente en el espacio por detrás de sus centrales. Especialmente, entre Vujadinovic y Clerc, donde Rafa Navarro, Sanabria y Rubén Castro se movieron con absoluta libertad. En realidad, el tono del partido se manifestó a los 40 segundos, cuando Clerc realizó una increíble cesión a Sirigu que el meta italiano sacó a córner como pudo. Una jugada extraña, que invitaba a pensar en la escasa intensidad con la que Osasuna afrontó el encuentro. Llegó el tanto de Rafa Navarro y luego el de Rubén Castro. Importante la diana del veterano delantero, alma del Betis de los últimos siete años. El canario puso fin a una sequía que alcanzaba ya los 10 partidos. Fue Rafa Navarro, en una gran noche, el que dejó solo a Rubén, rápido e incisivo para anotar su gol número nueve. Lo celebró el punta liberándose de la tensión acumulada en todo este tiempo sin anotar. Osasuna, que necesita crear un buen número de ocasiones para marcar, sinónimo de equipo pequeño y poco fiable, tuvo la opción de empatar en un disparo de Kodro al larguero. Ni la fortuna acompaña a los navarros.
El segundo tiempo fue insufrible. Hubo alguna ocasión para cada bando, pero todo transcurrió a una velocidad de partido de pretemporada. Osasuna siguió disparando a la puerta de Adán de manera inocente, perdonando incluso al Betis en una acción de Roberto Torres solo ante Adán, que se movió con rapidez. No hubo apenas noticias del conjunto de Víctor, seguro de su triunfo, remolón con el balón y escasa profundidad en el juego. El técnico bético, además, quitó a Rubén Castro, con lo que alejó cualquier posibilidad de que llegara el tercer gol. Ganó el Betis por inercia, con un Osasuna tan entregado que ni siquiera tiene fuerzas para ser agresivo. El final de Liga se convertirá en un calvario para el equipo navarro. Así lo demuestran los 11 puntos que atesora en su casillero, el peor registro de un colista desde los siete puntos del Sporting en la temporada 97-98. 67 goles en contra muestran, además, su extrema debilidad defensiva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.