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A Osasuna no le llega

Un Celta rebajado por ausencias y rotaciones supera sin mayores problemas al colista en Balaídos

Futbolistas del Celta celebran el primer gol logrado ante Osasuna.
Futbolistas del Celta celebran el primer gol logrado ante Osasuna.Salvador Sas (EFE)

Osasuna no se rinde, pero sus limitaciones le obligan a bregar en inferioridad. Ante un Celta rebajado por las rotaciones y la exigencia de la competición europea expuso un catálogo de buenas intenciones e incluso una encomiable voluntad de arriesgar en busca de la meta rival. Nada más. En el fondo de la tabla, con tan solo diez puntos y un triunfo tras 23 partidos a Osasuna le mantiene con vida la rácana temporada de sus competidores por la permanencia en la categoría. Nada tiene perdido si esgrime en adelante la voluntad exhibida en Balaídos, pero debe agregar algo más para seguir en Primera División.

El Celta encontró un bálsamo en tiempos difíciles. Sumó tres goles y tres puntos con un cierto aire funcionarial y lo hizo, además, guardando a varios de sus pilares de cara al reto de la remontada el jueves próximo en su visita al Shakhtar. De paso se coloca en la Liga porque más allá de la decepción copera o de que la salida de Europa puediese estar próxima, el campeonato no está ni mucho menos acabado y se le abre la oportunidad para repetir en el continente si cierra el ejercicio como poco en la séptima plaza.

La tarde sirvió para mostrar el catálogo futbolístico que maneja Berizzo. En un equipo en el que el once titular está bastante definido no resulta sencillo mantener activada una interesante aportación de los suplentes. El nivel se resiente si faltan tipos como Hugo Mallo, Roncaglia o Hernández, ayer sin minutos. O si Aspas aguarda en la recámara. Pero el Celta ha conseguido dar un paso adelante para integrar a varios miembros de su plantel. Algunos han crecido a lo largo de la temporada, por ejemplo el extremo Pione Sisto. Llegó tan perdido como se puede suponer a un joven danés de origen sudanés que aterriza en Vigo con 21 años y la presión de que su ficha costase una millonada. Nada que ver lo que le daba al equipo en septiembre con lo que le da cinco meses después. Ante Osasuna se vació y dejó el tanto que encarriló el partido tras una maniobra sutil en el área para encontrar espacios con apenas un amago. No fue, con todo, lo mejor en esa acción porque Giuseppe Rossi, otro habitual inquilino del banquillo, mostró su categoría con un taconazo en la zona de la verdad que alumbró el gol.

La ventaja del Celta desmontó el trabajo inicial de Osasuna, que partió con el deseo de tratar la pelota y buscar la portería. Los navarros saben que necesitan sumar de tres en tres e intuían, no sin motivos, que la ocasión era propicia en Balaídos. Mandaron sin profundidad en la arrancada, se pararon tras recibir el castigo de Pione Sisto, fueron a menos, pero se reactivaron tras el descanso. Con el arrojo de los que se saben perdidos, Osasuna marchó hacia el empate sin importarle generar desventajas en su zaga. La respuesta del Celta consistió en dormir el partido. Jugó con fuego porque el rival le avisó en tres ocasiones con intentos de Miguel de las Cuevas y dos de Sergio León. A Berizzo le incomodó ese escenario, puso entonces sobre el campo a Jozabed y Iago Aspas y envió un mensaje muy evidente sobre la necesidad de ganar metros y jugar más cerca de la portería de Sirigu. Minutos después se constató que la pareja llevaba la pluma para firmar la sentencia del partido

Osasuna buscó sus soluciones en el cambio de pareja de atacantes. Rivière y Kenan Kodro dieron el relevo a Sergio León y Oriol Riera, desgastados en un ingrato trabajo. Pero ni la esperanza del empate sobrevivió hasta el final para el colista. A cinco minutos de la conclusión Jozabed remató un saque de esquina en el primer palo para finiquitar el partido y poco después sacó un pase medido al espacio para que Iago Aspas regalase una definición apta para gourmets.

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