El frenesí contenido del Atlético ante la necesidad de remontar al Barcelona

Hay muchas manera de expresar “jugaremos con todas las fichas” o "no lo duden, hay partido”. Diego Pablo Simeone manifestó esas palabras al término del partido de ida contra el Barcelona con cierto brillo en los ojos y esa media sonrisa con la que evocó a su pasado de entusiasta jugador canchero. El Atlético perdió el primer asalto, pero esa segunda parte en la que sometió al Barcelona provocó ese chispeo convencido en la mirada de Simeone que hacía tiempo que no mostraba.

Esos 45 minutos, pese a la derrota, han desatado un estado de frenesí generalizado ante la altura del reto de tener que remontar un 1-2 en el Camp Nou que Simeone trató de frenar ayer ante la prensa. No reniega de que su equipo necesite presionar al Barcelona, pero pretende evitar un partido a dos porterías. No aboga por un tiroteo en las dos áreas que facilite contragolpes como los que ejecutó el Barcelona en la ida. “Decir pueden decirse un montón de cosas”, advierte Simeone ante esa sensación generalizada de que su equipo pueda salir a buscar al Barça en su inicio del juego, “pero la realidad es lo único que cuenta. Nos enfrentamos un equipo fuerte en su casa y las aventuras nunca me gustaron”.

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Simeone no obvia que el primer gol del Barcelona llegó de un balón perdido en el centro del campo por Griezmann y que esto desembocó en la arrolladora carrera de Luis Suárez que ni Godín ni Savic acertaron a frenar. Tampoco olvida que el golazo de Messi llegó precedido de un saque largo de Cillessen, que con anterioridad también había sorprendido a sus jugadores con una acción similar. “Vamos a enfrentarnos a un equipo poderoso, seguramente el mejor del mundo, preparado para medirse a cualquier equipo que lo quiera presionar en campo de de ellos, preparado para jugar al contragolpe mucho más fácil que cuando comienza jugando desde atrás”, advierte El Cholo.

El vestuario del Atlético, tan precisado de resultados como de golpes anímicos que le ayuden a volver a creer en lo que fue y lo que puede llegar a ser, cree haber hallado un punto de inflexión y una referencia para enderezar el rumbo. “Hay que salir a buscar el partido, está claro que respetamos mucho al rival, sabemos de la dificultad que tiene jugar contra el Barcelona en el Camp Nou. Nosotros tenemos que salir con mucha intensidad, como hicimos en la segunda parte de la ida, buscarlos bien arriba, presionarlos, robar pelotas y aprovechar las ocasiones que tengamos. No nos queda otra”, proclama Diego Godín. “Sabemos que la eliminatoria está complicda, pero no imposible, tenemos que empezar allí como acabamos aquí, sofocarles y hacerles daño en todas las jugadas”, apostilla Filipe Luis.

Sin Gabi

Algunos de los ejercicios con los que Simeone ha preparado el partido delatan esa necesidad de atacar bien como de defender. El domingo diseñó un circuito que combinaba el uno contra uno y el disparo a puerta con una acción defensiva inmediata por si se desata ese tiroteo que puede darse si el partido se rompe. El mismo jugador que chutaba a portería, pasaba de inmediato a defender un supuesto ataque rival.

En esa búsqueda del equilibrio, Simeone no podrá contar con Gabi y deslizó el nombre de Thomas, recién llegado de la Copa de África: “Gabi, sobre todo, nos da una muy buena presión hacia adelante. Siempre hemos dicho que es el corazón del equipo y su ausencia en el campo esperemos que la podamos reemplazar con los futbolistas que tenemos. Llegó Thomas, que lo necesitábamos, está con fútbol e hizo una muy buena Copa África. Es un buena opción también”.

Gabi, viajará a Barcelona para contribuir a reforzar la autoestima del gruopo. La ausencia del capitán, y si finalmente Thomas no entra en el once, abocaría a Simeone a una alineación muy ofensiva que espolea esa idea de un partido de ida y vuelta durante muchos tramos, con Saúl y Koke en el medio, Gaitán en un costado y Carrasco en otro y más Griezmann y Torres en punta. Incluso una de las variantes, retrasar a Griezmann a una banda y jugar con Carrasco o Gameiro junto a Torres también se presta a aguardar ese partido loco tan clásico de las eliminatorias coperas. La necesidad de hacer goles también jalea ese frenesí que sobrevuela sobre el Atlético. Aunque Simeone trate de contenerlo.