El Madrid echa el cerrojo ante el Sevilla

Entre septiembre y noviembre de 2016, en un periodo cercano a los dos meses, el Real Madrid encajó un gol por partido durante los diez encuentros que disputó. “Sinceramente no me preocupa demasiado. En el fútbol no puedes controlar todo incluso con los mejores”, aseguró entonces Zidane. El ratio anotador de su equipo en aquel periodo superaba claramente al de los encajados, 33 a 14, de ahí que el resultado final no inquietase aparentemente al técnico francés. Pero sí le inquietaba.

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Tras aquella secuencia, Zidane se situó en un escenario en el que su desempeño defensivo principal versó sobre la composición de un centro del campo estable que por sí mismo sirviera de barrera para evitar situaciones de peligro. Un trabajo que se ha puesto de manifiesto tras los últimos resultados, en los que el Madrid no solo ha elevado su producción ofensiva, sino que ha disminuido de forma ostensible la presencia de sus rivales campo propio.

Tomando como referencia los últimos cinco encuentros que ha disputado (Deportivo, América, Kashima, Sevilla y Granada), y en los que anotó 17 goles y solo recibió cuatro, el Madrid ha incrementado en cinco puntos su posesión, del 55,9% que promediaba a lo largo de la temporada hasta el 60,1%, y ha rebajado tanto el cociente de remates recibidos por partido, de nueve a seis, como el número de goles encajados, de 1,07 a 0,8.

Esta solidificación en defensa ha permitido que el Madrid haya terminado imbatido en tres de los cinco partidos, y encare con optimismo la vuelta de los octavos de Copa esta noche ante el Sevilla (21.15, GolTV).

La recuperación de Casemiro, que con su gol al Granada se convirtió en el 20º goleador de la plantilla, y su coordinación con Modric y Kroos ha permitido desahogar a una defensa en la que Varane parece haber recuperado la estabilidad junto a un Nacho que ha suplido con garantías a Ramos durante su periodo de baja. El andaluz ha entrado en la convocatoria tras sus dos últimas ausencias, no así Pepe, que sigue lesionado del gemelo. La presencia de Carvajal de forma ininterrumpida en el lateral derecho durante los últimos cuatro partidos ha propiciado la posibilidad de combinar el ataque por ambas zonas del campo, liberando a Marcelo de la exclusividad en ese apartado, y dificultando la tarea defensiva de sus rivales.

James, con molestias

“Nos esperamos un partido complicado, pero estamos preparados para eso y no va a cambiar nada. De aquí al final de temporada vamos a tener partidos complicados y este es uno de ellos, en los que siempre vamos a tener que luchar”, advirtió ayer en rueda de prensa Zidane, que volvió a aplicar su protocolo de rotaciones, de nuevo con Cristiano Ronaldo como protagonista.

El portugués, que no disputó ningún minuto en el partido de ida, no estará en Sevilla por decisión técnica, como tampoco Modric. En su lugar han viajado Lucas Vázquez y Kovacic, recuperados ambos de sus molestias, y con grandes posibilidades de participar en el encuentro. Quién no participará será James Rodríguez, que se resintió de sus problemas en el sóleo, y no fue incluido en la lista definitiva. “No queremos arriesgar, pero es poca cosa. Tenemos muchos partidos y veremos cómo evoluciona”, justificó Zidane.

No quiso pronunciarse el técnico del Madrid sobre las declaraciones de Gerard Piqué acerca del arbitraje en los dos últimos partidos del Barcelona. “No quiero meterme en eso. Si digo una cosa u otra me voy a meter en un lío. Lo que me interesa es el partido ante el Sevilla y es lo único que tengo en la cabeza”, despejó Zidane.

Con 14 tantos, el Madrid es el segundo equipo menos goleado de Primera por detrás del Villarreal con 12, y en sus cinco últimas visitas al Sánchez Pizjuán ha encajado diez goles en tres derrotas y dos victorias. “Lo más importante es que trabajemos como lo estamos haciendo y que sigamos haciendo buenos partidos y ganando”, concluyó Zidane. Le faltó añadir que se pueden hacer buenos partidos y además no encajar ningún tanto.