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Joventut, toda una vida en una prórroga

El emblemático club badalonés necesita desencallar su viabilidad económica en dos meses para evitar su desaparición mientras se debate por eludir el primer descenso de su historia

Robert Álvarez
Jordi Villacampa.
Jordi Villacampa.ALEJANDRO GARCÍA (EFE)

El Joventut se juega su supervivencia en dos meses y medio. Un club señero, el único junto al Madrid y el Estudiantes que ha competido siempre en la máxima categoría, uno de los seis que pueden presumir de haber ganado la Liga, junto al Madrid, el Barcelona, el Baskonia, el Unicaja y el Manresa, un referente esencial para la ciudad de Badalona, se asoma al abismo. La galopante crisis económica y deportiva que sufrió tras sus últimos días de esplendor, primero, tras ganar la Copa de Europa, en 1994, y después, tras lograr el doblete con la Copa ULEB y la Copa del Rey y ser tercero en la Liga, en 2008, le sitúan en la encrucijada existencial.

“Si el plan se sigue, la entidad tendrá viabilidad. Si no, yo mismo la llevaré a liquidación”. Lo avisa Jordi Villacampa, figura emblemática del baloncesto español. Acaba de concluir su mandato presidencial tras 17 años tantos como los que triunfó como jugador verdinegro. Se ha dado ese plazo de dos meses y medio para hacer efectivo su adiós. Desea dejar la nave a flote y garantizar que los compromisos acordados con la Agencia Tributaria y con Bankia se firmen y se despeje el discurrir del club, fundado en 1930. Lo malo es que las urgencias económicas empujaron al club a renunciar a competir en Europa en 2015 y se juntan con la peor situación que haya vivido el equipo, penúltimo en la Liga Endesa, en zona de descenso, con solo cuatro victorias en 15 jornadas.

“Mi mensaje es duro, pero positivo porque tenemos activos que soportan el pasivo”, puntualiza Villacampa. Matiza que la deuda que arrastra la entidad, de unos 11 millones de euros, se reducirá sustancialmente una vez que se firmen los acuerdos pactados. El principal es la operación de venta de unos terrenos en el barrio de Pomar que supondrá un ingreso de tres millones. Ese dinero permitirá sanear parte de la deuda de casi cuatro millones con Hacienda, con la que se ha acordado un plan para liquidar a ocho años vista, como ya pactaron en su día algunos clubes de fútbol. “En algún momento hemos estado peor que ahora. Pero había que dar un toque de atención porque si nos relajamos no vamos a salir de esta. Es como si estuviéramos jugando una prórroga. Tenemos que ganarla. Si se cumplen los acuerdos, el club será sostenible y tendrá futuro”, explica Villacampa.

Si el plan se sigue, la entidad tendrá viabilidad. Si no, yo mismo la llevaré a liquidación Jordi Villacampa

Las causas por las que se ha llegado a este punto son diversas. En última instancia, el club no ha conseguido empezar a rentabilizar hasta ahora su patrimonio urbanístico. Villacampa esperaba haber vendido hace ya dos años los terrenos de Pomar, a los que se añaden otros en Mas Ram, que ayudarían a reducir la deuda casi en su totalidad. El modelo de sostenibilidad del Joventut se ha visto sacudido por los cambios experimentados en el baloncesto español y europeo. Villacampa pormenoriza la desigualdad que supone para el Joventut competir con equipos respaldados por clubes de fútbol, administraciones públicas, entidades bancarias, otros que se encuentran con regímenes forales y haciendas más favorables y afirma también que el Andorra no debe pagar a Hacienda y el Valencia se beneficia de la apuesta de un empresario.

“Nosotros lo tenemos más difícil. No quiero cargar contra las instituciones, pero es verdad que el 99% de los clubes reciben ayudas porque las entidades creen que son un referente para sus ciudades y porque miles de niños juegan al baloncesto por ellos. Nosotros tenemos cero ayudas. He estado toda mi vida en el Joventut. Para mí sería un drama que desapareciera, pero estamos muy solitos. Y milagros no existen”, subraya Villacampa.

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Fuentes del Ayuntamiento de Badalona explican que se buscan soluciones para ayudar al club, por ejemplo para que afronte en mejores condiciones la deuda que arrastra de 1,8 millones por el IBI del Pabellón Olímpico. Según dichas fuentes se ha llamado a las puertas de la Generalitat y la Diputación para ayuden en la búsqueda de inversores privados. Divina Pastora Seguros firmó en julio un contrato de patrocinio del club por tres temporadas.

El Joventut cuenta con unos 4.500 socios. “Es la misma cifra de siempre, la misma que cuando estábamos en Ausias March (el pabellón de la Penya hasta su traslado al Pabellón Olímpico en 1991). Hay más preocupación, pero por ello mismo, cuanto peor estamos y le vemos más las orejas al lobo, más unidos luchamos. Ya estamos acostumbrados a esta zozobra. Cada año nos dicen que si no nos compra nadie, despareceremos”, afirma Jordi Turgas, presidente de la Penya Verd-i-Negre Centre, la más antigua del club badalonés. Turgas considera que los dos fichajes recientes, ayudarán a revertir la situación deportiva y espera que se pueda festejar en una buena situación deportiva el 50 aniversario de la consecución de la primera Liga del Joventut, con un equipo dirigido por Eduardo Kucharski, y en el que destacaban Buscató, los hermanos Enric y Narcís Margall y Alfonso Martínez.

Tenemos cero ayudas. Estamos muy solitos. Y milagros no existen

Jordi Martí, director técnico del Joventut, explica los motivos por los que el equipo se encuentra en la cola de la clasificación. “Esta temporada muchas plantillas se han reforzado gracias al aumento del dinero procedente de la televisión. Nosotros hemos destinado esos ingresos más a enjugar las deudas, y eso se ha notado. También nos pesa que hay un equipo menos en la Liga y se nota la presión y los nervios por la amenaza que supone que bajen dos”. Martí es optimista. “El equipo está trabajando bien y hemos fichado a dos jugadores que han reforzado las posiciones de base y de pívot", subraya en referencia a las incorporaciones de Terry Smith el 19 de diciembre y del exjugador del Sevilla, Jerome Jordan, el 31 de octubre.

Rafa Jofresa es el jugador que más partidos ha disputado con la camiseta del Joventut, la que portaba el número 5, retirada por el club en señal de homenaje tras haberla lucido en dos etapas, desde 1983 a 1996 y desde 2000 a 2003. “Después de ver y leer las últimas noticias me quedo perplejo porque hace años, cuando hubo el concurso de acreedores, hubo motivos para pensar que el club no estaba en una buena situación, pero pensaba que era una situación que se podía revertir. Y quiero pensar que se logrará resolver y el club podrá seguir adelante de una forma o de otra, con el trabajo del consejo y el apoyo de los aficionados”.

Rafa Jofresa, que entre otros títulos ganó la Copa de Europa. Ahora contempla la inédita situación del equipo verdinegro. “Cuando yo jugaba recuerdo que quedamos dos años fuera del playoff y aquello ya fue noticia”, recuerda. “La situación, ahora, no es la que nos gustaría a muchos. Lógicamente a nivel deportivo todo tiene unos ciclos. Pero de alguna manera las cosas no pasan porque sí, la situación deportiva es seguramente consecuencia, en gran medida, de los problemas económicos”.

Nino Buscató, un legendario del Joventut, con el que jugó desde 1964 hasta 1974 y consiguió la primera Liga del club, y de la selección española, con la que jugó 222 partidos, un récord hasta 1993, cuando le superó Epi, habla sobre la situación del equipo. "Que yo recuerde, ni en los doce años que yo estuve ni nunca pasó la Penya por problemas tan críticos y acuciantes. Lo económico está muy relacionado con lo deportivo y el equipo hace lo que puede. Pero aun así, creo que se salvará".

Buscató es optimista también en cuanto a la viabilidad del club. "En el ambiente general flota que se debe llegar a un arreglo. Y pongo como ejemplo lo que sucedió con la crisis del Estudiantes. Sería una pena muy grande que se diese un paso atrás en un club y una institución que ha dado tanta gloria al baloncesto catalán y español". Más incerteza es lo que pueda suceder en el baloncesto español en general. "No está claro qué pasará el año que viene, como no se ha sabido durante las últimas temporadas. Los clubes de la ACB se reúnen y deciden lo que pasará".

Una cantera de referencia

El Joventut mantiene intacto su modelo, su firme apuesta por la cantera. Cuenta con 450 jugadores de 4 a 18 años y más de 40 equipos, con un presupuesto de casi medio millón.

Es el club en el que se han formado más jugadores de la Liga Endesa. Un 25% de los españoles, según calcula Jordi Villacampa. En los últimos años, ha perdido a Raúl López, Rudy Fernández, Ricky Rubio, Mumbrú, Norel, Pere Tomàs, Barrera, Guillem Vives, Àlex Suárez y Llovet, entre otros. En su plantilla cuenta con seis canteranos (Abalde, Sergi Vidal, Miralles, Nogués, Ventura y Dimitrijevic).

El club ha informado a sus jugadores, entrenadores y trabajadores sobre la delicada situación por la que atraviesa. “Hay más ganas de tirar adelante que miedo”, asegura Martí. “La gente está muy implicada y concienciada de su responsabilidad. Así ha sido siempre la Penya”.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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