El Barça vuelve a las andadas en Alemania

El Barcelona de Bartzokas sorprendió en Alemania, donde volvió a las andadas, a mostrar la peor de sus caras. Fue zarandeado por el Brose Bamberg, que le infligió un severo castigo, con 20 puntos de por medio (85-65). No tuvo paliativos la derrota del Barcelona. Ya no está en cuadro, como en los primeros de competición, y venía además en una buena dinámica de resultados y hasta había transmitido buenas sensaciones de juego. Pero en Bamberg fue presa fácil para el equipo alemán. Los triples de Darius Miller, el exjugador de Nueva Orleans y los Clippers, los desequilibrios que suele crear la versatilidad del italiano Melli y el buen manejo y la certera muñeca del letón Strelnieks.

El Barcelona no acertó a imprimir el ritmo de juego que le exigió desde el inicio el Bamberg. Su imprecisión fue tremenda en los 15 primeros minutos en los que perdió nueve balones y no encontró forma humana de alimentar de balones a Tomic. La defensa del equipo alemán se centró en el pívot croata y el ataque azulgrana empezó a encallarse en el segundo cuarto. Empezó a crecer la diferencia, a medida que Miller metía un triple tras otro, sin fallo los cuatro primeros, seis con solo dos fallos a fin de cuentas.

El Bamberg igualó el rebote y a partir de ahí dominó ya con una contundencia tremenda. Bartzokas recurrió a un quinteto de bajitos, con Claver en la posición de cuatro y Vezenkov de pívot. Tras el primer gran acelerón del Bamberg, que llegó a situarse con 20 puntos de ventaja (56-36), Vezenkov y Rice se beneficiaron de la mayor velocidad de juego de los suyos y recortaron la desventaja hasta los seis puntos (59-53).

Pero el Bamberg reaccionó de nuevo. Su pívot alemán Theis dominó por momentos bajo los aros, Miller completó su sobresaliente acierto como francotirador y el Barcelona no tuvo respuestas que evitaran el segundo chaparrón. No las tuvo porque no funcionó el plan de Bartzokas, no defendió bien las posiciones de exterior que trabajaron los jugadores del Bamberg y no sacó nada de nada de la calidad de su juego interior.

Tomic apenas dio de sí, Doellman se quedó en un segundo plano y Dorsey no dispuso apenas de minutos en un síntoma alarmante de la pérdida de fiabilidad de su juego. Otros jugadores fueron desfilando sin pena ni gloria, con dosis mínimas de su potencial, desde Claver hasta Oleson o Renfroe. Fue un paso atrás del Barcelona que se complica cada vez más sus posibilidades en una Euroliga que le está resultando más tortuosa que nunca.