El Celta agranda el drama sin fin del Valencia
El equipo de Berizzo derrota con holgura al conjunto che mientras Mestalla grita “¡Peter vete ya!”
Ni en la Copa, ni con Voro de nuevo en el banquillo encuentra alivio el Valencia, de derrota en humillación, esta vez ante el Celta que ya le venció en la Liga, un equipo en todos los sentidos, bien estructurado, con futbolistas de pie dulce a los que saca máximo rédito Berizzo desde la dirección, un entrenador de grandes conceptos, con ideales, que predica el buen gusto. Venció con holgura el conjunto celeste a un nefasto Valencia víctima de sus circunstancias, con una plantilla mal concebida desde Singapur, con sus jugadores bloqueados mentalmente que no se encuentran a sí mismos y a los que le puede la pasión de Mestalla.
Cesare Prandelli, el primer entrenador que no formaba parte del grupo de amigos de Peter, no quiso ser partícipe del juego de Lim y Mendes que están llevando a la ruina futbolística al Valencia y por ende a la económica. Prandelli tiró la toalla cansado de las mentiras del magnate de Singapur, de su secuaz Layhoon en la presidencia, del vasallo García Pitarch en la dirección deportiva, sin rechistar las decisiones que se toman a 12.000 kilómetros de distancia, aconsejado Lim por su amigo-socio Mendes, que buen negocio ha encontrado en el club che. El “¡Peter vete ya!” fue ya unánime en Mestalla durante y al final del partido, gritado por los integrantes de la CurvaNord en los prolegómenos, tras la enésima tragedia del Valencia al que no le salva ni su amor propio.
Con Voro nuevamente como socorrista tras la marcha de Prandelli, se presentó el Valencia con lo que pudo, sin sus cuatro centrales en nómina, lesionados Mangala, Garay y Santos, con Abdennour en la Copa África. Tuvo que recurrir Voro del jugador del filial Javi Jiménez, emparejándose con Mario Suárez en el eje de la zaga. Para redondear el infortunio, en el banquillo figuraban cuatro jugadores más del segundo equipo, habida cuenta de que Fede Cartabia se borró de la lista ya que no pretende seguir en el club de los líos que se ha convertido la entidad che.
En el once de Voro sí figuraba Parejo, recibiendo la filípica de Mestalla por su noche de juerga viral. Durante el partido, no se escondió el madrileño, como nunca lo ha hecho en el terreno de juego ni fuera de él. Parejo cogió el esférico para lanzar el penalti que apenas maquillo la derrota del Valencia.
Reconocible en la alineación, el Celta sacó pronto provecho a las debilidades del rival. Una internada de Pablo Hernández, terminó en penalti, cometido por la inocencia del debutante Javi Jiménez, que se venció al suelo contactando con el centrocampista celeste. Iago Aspas transformó la pena máxima con solvencia. La desgracia de Javi Jiménez no quedó ahí. En el minuto 13, una pérdida de Cancelo propició un disparo de Bongonda que rebotó en el defensa del filial desviando la trayectoria del esférico despistando a Doménech.
Entre los dos goles del conjunto de Berizzo, la reacción del Valencia fue loable, con el apoyo de la afición che. La paciencia de Mestalla terminó en el minuto 19, tras el tercer gol celeste obra de Wass al rematar a placer un centro de Bongonda. Todo el coliseo valencianista, con una buena entrada, se acordó de Lim, de García Pitarch, su director deportivo y de los jugadores que en buena parte de culpa tienen del hundimiento che, en gran medida por sus carencias.
Mientras tanto, con el partido y la eliminatoria en el bote, el Celta, ajeno al cisma, se dedicó a darse un homenaje de fútbol, a disfrutar del juego a través del esférico, con orden y paciencia, siempre con intención. El orgullo de los jugadores che levantó el ánimo de Mestalla en la segunda mitad tras un penalti cometido por Sergio Álvarez a Rodrigo, transformado con sangre fría y personalidad por Parejo. Finalmente Guidetti amplío la distancia del Celta ante un dramático Valencia. Mientras tanto Lim se encuentra en Singapur.
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