Piatti enciende al Espanyol ante el Leganés
El conjunto blanquiazul cosecha su primer triunfo en Cornellà gracias a la gran actuación del argentino, autor de dos goles
Le costó, y mucho, pero el Espanyol de Quique Sánchez Flores rompió el maleficio de Cornellà. Sufría una especie de complejo de local el cuadro blanquiazul, que no sabía cómo ganar en su casa, donde había perdido cuatro veces y empatado dos. Y para agrandar al Espanyol, nadie mejor que el pequeño Piatti, que mide 1,63. El argentino fue el principio y fin en la victoria del Espanyol, presente en los tres goles ante el Leganés. Con Piatti se agiganta el equipo de Sánchez Flores, que ya acumula siete partidos sin perder y construyó una muralla en la portería. Diego López suma seis encuentros sin ser batido, más que ningún otro guardameta en la Liga.
Es tan atrevido como ordenado el Leganés. Ajeno a su currículo de principiante en la Liga, el cuadro de Garitano se anima ante cualquiera, sobre todo si enfrente está un Espanyol ciclotímico, que se enciende y se apaga, hasta ayer siempre apagado en Cornellà. El conjunto madrileño mordió la salida del equipo blanquiazul, una fórmula que le bastó para alejar al Espanyol de Serantes. Sin ideas para salirse de la presión adelantada del Leganés, la zaga de Sánchez Flores se dedicó a rifar el balón. Un dolor de cabeza para la hinchada, también para Jurado y Reyes, que no que no podían bajar ningún balón. Mucho menos el chiquitín Piatti.
Pero todo lo que tiene de audaz, el Leganés también lo tiene de gafe. Serantes saltó a intentar atenazar uno de esas pelotas que andaban por el aire y su botín derecho le jugó un mal guiño, se enganchó en el césped y las lágrimas del portero hicieron temer lo peor. El club pepinero informó de que el guardameta sufrió un traumatismo indirecto en la rodilla derecha. Un mal menor, aunque el Leganés no para de sumar gente en la enfermería. Su corta plantilla ya suma seis lesionados. Mientras Garitano tenía que resolver su karma con las lesiones, Sánchez Flores tenía que buscar una solución al trauma que tenían sus muchachos para ganar en Cornellà.
Arriesgó Quique. Después del paso por los vestuarios, el técnico blanquiazul sacó a un inexpresivo Reyes y mandó al campo al imprevisible Caicedo. La apuesta tuvo un efecto más psicológico que futbolístico. La hinchada todavía se estaba frotando los ojos cuando Gerard Moreno, más artillero que nunca, cada día más afianzado como el sucesor de Tamudo, firmó el primero del Espanyol. Jurado buscó a Piatti, que se hizo un lío con el balón y le terminó quedando servido a Gerard. El 7 pensó como un goleador: no pensó. Vio la pelota y le metió un zurdazo que terminó en su sexto gol en la Liga.
Gerard, el goleador
El gol de Gerard Moreno relajó a los muchachos de Quique y dejó medio grogui a los de Garitano. Jurado se adueñó del balón; Caicedo, Moreno y Baptistao, no paraban de moverse; y Piatti era un puñal en la banda izquierda. El extremo le marcó el camino a Jurado, que esperó el momento justo para soltarle la pelota al argentino. Mano a mano ante Brignoli, Piatti cantó el segundo de los blanquiazules.
Y, sobre la bocina, al exjugador del Valencia le quedaba energía para firmar el tercero, otra vez con Jurado como crupier. Está en llamas el argentino, presente en 12 de los 17 goles del Espanyol en la Liga (cinco goles y siete asistencias). El vertiginoso Piatti firmó la paz en Cornellà. Una tranquilidad inédita en el Espanyol, que supo jugar con el tablero a su favor. Lo agradeció Quique, sobre todo su hinchada que por primera vez en el curso dejó el RCDE Stadium con los tres puntos en la garganta.
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