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Un juez indaga una estafa con los nichos del fútbol

Investigado un empresario por apropiarse del dinero de inversores para construir columbarios en los estadios de varios equipos

Jesús García Bueno
Memorial del FC Barcelona en el Cementerio de Les Corts.
Memorial del FC Barcelona en el Cementerio de Les Corts. Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

Santiago Bach dio forma al sueño de cientos de locos del fútbol: descansar para siempre en el estadio donde vieron a su equipo ganar y perder, donde gritaron hasta desgañitarse, donde rieron y lloraron. Antes de Bach, esos hinchas eternos confiaban en que sus seres queridos aprovecharan una visita al campo para esparcir, con disimulo, sus cenizas sobre el césped. Bach puso fin a esa práctica con un proyecto empresarial que prometía ganancias para él y para los clubes españoles. Pero la sospecha de una estafa millonaria planea ahora sobre esos cementerios del fútbol.

 Desde 2009, GIEM Sports, la empresa de Bach, ha firmado convenios con equipos de Primera para desarrollar y explotar “espacios memoriales”. A cambio de una suma, los aficionados del Atlético, el Betis y el Espanyol pueden depositar sus cenizas en las urnas de los columbarios, espacios que se decoran con imágenes de los ídolos y las gestas del equipo. Bach logró que, en 2012, el Barça se sumara a la idea. El columbario azulgrana se construirá en el remodelado Camp Nou; por ahora, hay un espacio provisional en el camposanto de Les Corts.

Bach tenía la idea, pero no todo el dinero. Y los inversores que apostaron por el proyecto se sienten estafados porque no lo han recuperado. Le han denunciado: por un lado, dos socios capitalistas; por el otro, una veintena de pequeños inversores y socios del Barça. Todo ello lo investiga el juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, que mantiene imputado al empresario por estafa y apropiación indebida, confirman a EL PAÍS fuentes judiciales.

Dos hermanos ricos aportaron un capital de 11 millones para construir y gestionar columbarios en los estadios de fútbol y en el Circuit de Catalunya. Según su denuncia, Bach ha desviado parte de ese dinero a fines personales, como obras en su vivienda o la compra de un coche. El pasado junio, el juez citó a Bach como investigado, pero éste se acogió a su derecho a no declarar. En declaraciones a este diario, el empresario niega las acusaciones y asegura que la denuncia obedece a un “conflicto societario” que permitió a los hermanos y a quien había sido persona de su confianza, José Huertes, echarle de la empresa en mayo de 2015.

Bach también captó ahorros de una veintena de pequeños inversores de Sabadell; la mayoría son socios del Barça o están ligados al club. La fiscalía ha visto indicios de delito y ha remitido su denuncia al juez. En este segundo caso, los socios señalan también al Barcelona por haberse beneficiado, presuntamente, del dinero.

La historia se remonta a enero de 2012, cuando el Barça anunció, por primera vez, su intención de albergar un “espacio memorial” para 20.000 urnas en “un lateral” del Camp Nou. A cambio de ceder la explotación del espacio, el club cobraría seis millones y satisfaría una “demanda histórica” de socios y familias de exjugadores, dijo el entonces portavoz del club, Antoni Freixa. El Barça y GIEM modificaron más tarde su contrato para buscar un “nuevo espacio provisional” (en Les Corts) y dejar el columbario definitivo para la reforma del estadio: 30.000 urnas con “grandes murales fotocerámicos” que serán “un viaje por la historia sentimental del Barça”, según publicitó el club dos años más tarde, en enero de 2014.

Réplica del Camp Nou

Para entonces, la veintena de inversores ya habían desembolsado un total de 1,3 millones. Por contrato, debían obtener un rendimiento de 1.000 euros por cada columbario. Pero como se ha retrasado cada vez más la ejecución del proyecto, se han vendido pocos nichos. La denuncia de esos socios acusa a Bach de seguir un “plan” para darles “excusas falsas y ficticias” y no devolverles el dinero. El escrito alerta sobre la “insolvencia” y las “deudas” de GIEM Sport y lamenta que el Barça haya “cedido su nombre y firma” a la empresa. El aval del club, agrega, dio “apariencia de credibilidad” a los inversores.

Los denunciantes aseguran que el Barça ha recibido un millón de la empresa y creen que el club debe estar en el proceso judicial como “partícipe a título lucrativo”. Un portavoz azulgrana desvinculó al club del asunto, aunque aseguró que está “dispuesto a devolver el aval de un millón si la sociedad lo autoriza”. Bach, por su parte, señala que los contratos son “legales y correctos” y que son los “nuevos administradores” de GIEM (Huertes y los hermanos) quienes deben dar explicaciones.

Los socios que han reservado su nicho pagan 3.000 euros por 50 años de columbario (el doble por 99 años). Otra opción cuesta 1.500 euros por depositar las cenizas en un “área comunitaria” que, según lo dicho en 2014, será una “espectacular réplica a escala del Camp Nou”. La publicidad, con el logo del club, ofrece “financiación a medida” y ventajas para socios, peñistas y exjugadores.

"Invertimos porque el Barça lo avalaba"

Julián Fernández es uno de los socios afectados por la presunta estafa. Un amigo le presentó a Bach: “Vendía la idea muy bien. Me explicó que buscaba inversores para el Espai Memorial Barcelonista”, explica por teléfono. Fernández puso 50.000 euros por la “garantía” que le ofrecía la presencia del club. “Todo iba con el membrete del Fútbol Club Barcelona. Yo y todos invertimos en esto porque está avalado por el Barça. Pensábamos que, si lo llevaban mínimamente bien, iba a funcionar”, agrega.

Fernández esperaba obtener 1.000 euros por cada nicho. Según su versión, Bach les explicó que estaba convencido de venderlos todos rápidamente y que recibirían su recompensa en un año. “Un día dejaron de informarnos de cómo estaban las ventas o qué acciones habían hecho. Bach empezó a darme largas. Había vendido algunos, pero muy pocos”, dice este socio del Barça, que sigue convencido de que el proyecto de columbarios puede ser un éxito: “Hay gente muy culé o muy friqui que quiere reposar allí”.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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