El Sevilla de Sampaoli se doctora ante el Atlético de Madrid
El conjunto andaluz se instala en lo más alto tras provocar la primera derrota del líder y jugar un gran partido, en especial en la segunda mitad
Anticipaba Sampaoli que en Nervión iban a saltar chispas ante el Atlético. En el duelo entre el líder y el tercer clasificado de la Liga no solo saltaron chispas, sino que emergió un fantástico Sevilla, que realizó un enorme partido para derrotar de forma justa al líder, superado en un segundo tiempo estupendo del conjunto andaluz. Para superar a un equipo como este Atlético hay que ser un gran conjunto y el Sevilla ofreció virtudes de equipo grande. Fiel a la idea de su entrenador, los de Sampaoli cuajaron una soberbia actuación para destronar al líder, haciendo de la posesión su arma preferida, sometiendo con buen juego y calidad al Atlético. Sostenido en el fútbol incansable de Vitolo, la clase de Nasri, el regate de Vázquez o el talento que emerge cada semana de un futbolista como N'zonzi, solo hay que analizar el gol del triunfo para ensalzar las virtudes de un Sevilla al que solo el tiempo dictará sentencia. Instalado en la cumbre, nadie puede aventurar si los andaluces podrán unirse al cuarteto de aspirantes. Por ahora, su fútbol y la filosofía de Sampaoli están dando fruto tanto en la Liga como en la Liga de Campeones. En todo caso, la fenomenal irrupción del Sevilla es una buena noticia para la Liga.
Todo fue emotivo en Nervión. El derroche de dos grandes equipos, la lluvia constante y las facultades que emergen de dos buenas escuadras. Porque el Sevilla tocó de verdad ante un extraordinario equipo, moldeado por Simeone con una descarada vocación ofensiva. También porque da gusto ver a este Atlético cuando presiona al rival. El Atlético, quizás algo cansado por su largo viaje a Rusia y castigado por la roja a Koke, acabó doblando las rodillas por primera vez en esta temporada. El duelo resultó apasionante e igualado, con momentos de tensión y una gran dirección técnica desde los banquillos. En un segundo tiempo en el que voló, el Sevilla se impuso con un golazo de N'zonzi y muy buenas sensaciones.
El Sevilla jugó con tres centrales, pero triunfó en muchas fases del partido en su intención de quitarle el balón al Atlético. Huérfano del esférico, a los de Simeone se le atragantaba tanta presencia de jugadores que necesitan el contacto continuo con el balón, caso de Correa, Koke o Carrasco. El Sevilla llegó incluso a arriesgar sobremanera cediendo la pelota a su portero, pero ya se sabe que Sampaoli es así. Morirá con su idea de ganar la posesión, aunque en extrañas ocasiones su buen dominio se tradujo en ocasiones de gol. Esencialmente, porque resulta muy complicado hacerle daño a un sistema defensivo lleno de automatismos y contundencia, guiado por un Gabi omnipotente en la presión al rival. El Sevilla nunca le perdió la cara al encuentro, pero le costó hacer daño en la primera mitad.
Fue el Atlético el que ofreció más sensación de peligro. Rico salvó luego ante su excompañero Gameiro y todavía Correa tuvo la mejor ocasión de la primera mitad. El gran artífice de estas ocasiones del Atlético fue Griezmann, que abandonó su posición de delantero para desarrollar su mejor fútbol en la mediapunta.
El Sevilla cuajó un extraordinario segundo tiempo. Avisó con una jugada de ensueño que acabó en el palo y luego con un disparo de Vitolo que sacó de forma magistral Oblak. Simeone, perro viejo, sacó a Tiago para igualar las fuerzas en el centro del campo. Entonces emergió Vietto para dar continuidad a la carrera de N'Zonzi. La zancada del gigante del Sevilla le colocó de gol y Nervión estalló. La roja a Koke abrió más el camino de la victoria, que solo peligró en un remate de Godín, de delantero centro al final, que paró Rico. Así, con fútbol y toque, el Sevilla de Sampaoli se doctoró ante el líder.
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